martes, 20 de noviembre de 2012

Desnudos masculinos en Viena


El Leopold Museum inauguró hace un mes una exposición dedicada al desnudo masculino entre 1800 hasta la actualidad. BBC Mundo informa de que la intención del museo de provocar polémica mediante los correspondientes carteles ha desencadenado una ola de protestas. Según Erich Kocina, de Die Presse:

"Creo que estamos a acostumbrados a ver mujeres desnudas porque se utilizan como objetos de deseo en la publicidad y la televisión. Los hombres desnudos no son tan comunes. No estamos acostumbrados a ver un pene. Creo que es el principal problema de la gente".


Y la página de BBC Mundo se hace eco de  los juicios de Eva Kernbauer (Universidad de Artes Aplicadas de Viena):

"La desnudez femenina no es solamente omnipresente, sino que además no es amenazadora. La desnudez masculina es más desafiante".
"Esta última a menudo se vincula con la exposición de órganos sexuales -el pene- y suele hacerse de una manera que responde al modelo clásico de agresión y fuerza.
"Si bien el órgano sexual en sí mismo no necesariamente tiene que aparecer como amenazante o agresivo, la diferencia con el modelo dominante de la suave desnudez femenina es grande".

Parece obvia la falta de simetría ante este tipo de cuestiones...

4 comentarios:

  1. Parece mentira que en pleno siglo XXI todavía estemos hinundados en este tipo de prejuicios... Aunque no me extraña, al menos en el mundo del arte, donde el desnudo masculino siempre ha parecido ser un tema tabú reforzando así el carácter "dócil" de un desnudo femenino (lo pongo entre comillas porque no se me ocurre que un desnudo masculino no lo sea).

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  2. Que les pongan un bote de colonia-desodorante-lo que sea y fijo que la gente lo acepta sin tanta polémica.

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  3. Creo que esto tiene mucho que ver con la manera de ver el "desnudo artístico" en la historia del arte occidental, en el que el desnudo femenino es la representación del arte por excelencia, en el libro “El desnudo femenino” de Lynda Nead dice así:”El desnudo femenino no sólo propone definiciones individuales del cuerpo femenino, sino que también propone normas específicas para ver y para los que miran. Es el cuerpo producido por la cultura. El ideal ilustrado de la visión contemplativa de un objeto artístico funciona como refuerzo de la unidad y la integridad del sujeto que mira y establece una oposición entre la perfección del arte y la ruptura y el carácter defectuoso de lo que no es arte, o sea, la obscenidad”.
    “Diferencia entre el cuerpo sin ropa y el desnudo que conlleva unas connotaciones culturales y estéticas. El cuerpo obsceno es el cuerpo sin bordes o contención y la obscenidad es la representación que conmociona y excita al espectador en vez de proporcionarle tranquilidad y plenitud. La representación del cuerpo femenino puede, en consecuencia, verse como un discurso sobre el tema y está en el núcleo de la historia de la estética occidental.”
    “Sin embargo hay una identidad chocante entre las formas idealizadas del cuerpo masculino y femenino (un contraste entre la dureza de la forma masculina y la delicuescia de la materia femenina) hay una identidad chocante entre las formas idealizadas del cuerpo masculino y femenino, en los que la amenaza de la carne debe ser implacablemente disciplinada”
    Extraído del texto “El retrato-desnudo masculino en la obra de Lucian Freud” de Osvaldo Hernández Muro :“Existe además una inquietud que desde el periodo renacentista, como una cultura sexista, es motivo de la ausencia y retraso de una representación realista del cuerpo masculino como lo concebimos en la obra de Lucian Freud, la exposición real, directa y sin censura de un sujeto completamente desnudo sin la búsqueda de ningún ideal ; en la mayoría de los casos del desnudo masculino desde el Renacimiento, el modelo es representado con rasgos faciales feminizados, de manera delicada, incluso en un carácter asexual comparable al hecho de la omisión del vello púbico de la mujer o de su mirada apartada del espectador en las pinturas antiguas, para con ello presentarse pasivamente el desnudo femenino como objeto sensual, objeto de uso y no sujeto-,lecturas conservadoras que lo suprimen como sujeto o retrato simbólico, porque en caso contrario, una desnudez enteramente revelada en una figura masculina pudiera agredir al espectador, el único con el rol activo y sexual en la mirada, o bien pudiera (mal)interpretarse como homoerotismo”
    Aunque hayamos avanzado en este terreno, sigue habiendo cierto recelo a la hora de recibir imágenes explicitas del desnudo masculino.

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  4. Muy interesante lo que has recogido... aunque me entran ganas de reír al leerlo. Me acuerdo de la historia del cabo Piris y de todo lo que se argumentó para negar el potencial erótico de La maja desnuda.
    "El ideal ilustrado de la visión contemplativa de un objeto artístico funciona como refuerzo de la unidad y la integridad del sujeto que mira y establece una oposición entre la perfección del arte y la ruptura y el carácter defectuoso de lo que no es arte, o sea, la obscenidad". Sencillamente genial

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