martes, 11 de abril de 2017

Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A)

El País ofrecía la noticia de su inauguración, a mediados del mes de diciembre pasado con las siguientes palabras:

"El Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, bautizado como C3A y diseñado por Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, abre este lunes en la capital cordobesa, junto al Guadalquivir, cerca de la Mezquita, cinco años después de lo previsto y tras un coste que supera los 30 millones de euros.
El C3A no pretende ser el Guggenheim andaluz, como se vendió en sus orígenes, sino un espacio más parecido a otros centros como La Casa Encendida de Madrid, el Hangar de Barcelona, La Laboral de Gijón o Tabakalera de San Sebastián.
En este sentido, el nuevo centro no destina la mayor parte de su espacio a la exposición de obra completada sino que reserva más de 1.000 metros cuadrados a talleres y laboratorios para la creación en todos los ámbitos, desde la pintura, la escultura en metal y madera a los trabajos con cerámica, fotografía o vídeo. De hecho, también es la nueva sede de la Filmoteca de Andalucía. Además, cuenta con 600 metros cuadrados para “artes en vivo” como la danza o incluso el circo."



El cambio de planteamiento original supone un baño de realidad que se corresponde mal con las cualidades del edifico de Nieto-Sobejano, de cuyos proyectos me he ocupado en este blog en varias ocasiones. Contemplarlo por el interior, en funcionamiento "a medio gas", me ha hecho pensar en si el proyecto no habrá pergeñado una peculiar paradoja sobre la naturaleza del arte en nuestros días; porque salí del lugar, tras mantener una interesante conversación con una de las trabajadoras del centro, obsesionado con la idea de que el edificio sería más interesante si se ofreciera vacío a la contemplación de los visitantes. Las "exposiciones" de Daniel Silvo, Falke Pisano y Nicolina van Harskamp componían una maraña que dificultaba captar los juegos ofrecidos por un edificio nacido para ofrecer una reflexión de gran calado sobre el trasfondo cultural que, en principio, rige sobre lo que se llamó al-Andalus.
Aunque a continuación ofrezco un fragmento seleccionado desde mis preocupaciones personales, sugiero leer el texto completo de Nieto y Sobejano sobre el sentido de las celosías, el uso de los hexágonos irregulares, los juegos de proporciones, los neomocárabes, etc.:


"La arquitectura se nutre constantemente de imágenes ocultas en nuestra memoria, ideas que en algún instante se tornan nítidas y claras e indican inesperadamente el inicio de un proyecto. Tal vez por ello el eco de la cultura hispano-musulmana latente aún en Córdoba haya supuesto inconscientemente algo más que una nota al margen en nuestra propuesta. Frente a la homogeneidad que la civilización globalizada parece imponer en todos los ámbitos, el Espacio de Arte Contemporáneo aspira a interpretar una occidentalidad diferente, superando el tópico de esta expresión a menudo empleada.
Desconfiando de la supuesta eficacia y flexibilidad del contenedor neutro y universal  adoptado tan comúnmente hoy en día, imaginamos un edificio estrechamente vinculado a un lugar y a una lejana memoria, en el que cada espacio se configura individualmente, a un tiempo que es susceptible de transformarse y expandirse en secuencias de diferentes dimensiones, usos y cualidades espaciales. Siempre nos ha admirado la sencillez de las ocultas leyes geométricas por medio de las que aquellos artistas, artesanos y alarifes de un remoto pasado cordobés eran capaces de generar el espacio múltiple e isótropo de la Mezquita,  el complejo faceteado de bóvedas y mocárabes, las permutaciones de los motivos ornamentales de celosías, pavimentos y atauriques, o bien las reglas y ritmos narrativos implícitos en los poemas y cuentos de la tradición islámica."


No sé si los visitantes tendrán capacidad para evaluar el planteamiento sin información previa... A lo mejor no era mala idea que en el propio C3A encontraran el modo de armonizar las servidumbres de uso con las cualidades del edificio.

Cuando acudimos a visitarlo no había otras personas que sus vigilantes... No insistiré en argumentos ya expresados sobre otros edificios del mismo estudio y sobre este mismo. En todo caso, quien conozca Córdoba entenderá que, a pesar de la relativa proximidad a la antigua Mezquita Mayor, es complicado llegar al C3A en tiempos calurosos. Y la solución de este problema es sencilla para no aplicarla, pero habrá razones poderosas que, tal vez, pasen por la necesidad de que los visitantes se purifiquen antes de contemplar una obra de arte mediante el calvario pertinente...

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