viernes, 16 de diciembre de 2011

La facultad de Bellas Artes se cae a cachos

Por Marcos Casero Martín

Que la facultad de Bellas Artes de la Complutense no está pasando por uno de sus mejores momentos todos lo tenemos claro, que los edificios y los medios disponibles no son gran cosa también, pero de ahí a que haya que desalojar un edificio por peligro de que se nos caiga el techo me parece bastante preocupante.
Así es la noticia del día ha sido ésta. Según una inspección el edificio de los talleres de escultura no pasa la prueba, sus condiciones no son las adecuadas para que allí se impartan clases y por lo tanto hay que cerrarlo. El caso no es de ahora, según lo que la gente comenta esto viene de años atrás, pero no sé si es que hoy han dado un ultimátum o algo por el estilo. El problema parece ser que el techo o el entre techo se desprende o algo por el estilo (nadie nos ha dado la versión exacta, supongo que nos irán informando) y que la solución sería poner una malla. Teniendo en cuenta que en casos similares en otras facultades han tardado en realizar esta operación unos tres meses... ¿Qué va a pasar?
El caso es que todo alumno que tuviera obra en los talleres de escultura ha de recogerla si queire seguir trabajando en ella durante los próximos días porque el edificio estará cerrado y el paso no se permitirá hasta que solucionen el problema.
Ahora surgen varias preguntas ¿Quién tiene la culpa de todo esto? ¿Los políticos que no invierten en educación y probablemente sea por falta de dinero que la Universidad no lo haya solucionado ya? ¿La universidad por dejar pasar el tiempo, haciendo que el problema vaya a más y no solucionándolo cuando debía? ¿Alumnos y profesores por llevar años trabajando en estas condiciones y no haberse reivindicado? Lo único claro es una cosa, los que salimos perdiendo de nuevo somos los alumnos, perderemos espacios de trabajo, no sabemos cuanto tiempo va a durar esto ni qué pasará con las asignaturas que se han de impartir allí.

7 comentarios:

  1. ¿Hasta cuando iban a esperar para arreglar el edificio, hasta que se nos cayese el techo sobre la cabeza? Aquí pasa lo de siempre...como ellos no se pasan 8 horas metidos en el taller aspirando polvo y materiales tóxicos pues les da igual.

    Me imagino la conversación:
    -Pero hombre, esto es una chapuza!!
    -Que más dá, aguantará, o eso espero.

    Espero que al cisne de la Ucm le hayan metido un buen palo y que se vea que de cisne no tiene nada, que eso es un pajarraco de los que intoxican.


    Irene Muñoz

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  2. Esto se veía venir de lejos.
    Yo ya he terminado la carrera el año pasado, pero me especialicé en escultura y la verdad es que he pasado días enteros alli, y he dedecir que horrorizada.
    Lo del techo no lo sabía, a veces había que poner un cubo por las goteras (que caían sobre tu trabajo) otras veces se desprendía un trozo de escayola...Pero no sabía que fuera a llegar a tanto.
    Lo que más miedo me daba eran las bombonas de oxígeno al lado de los sopletes en el taller de forja y la cantidad de personas que sin tener ni idea se ponían a dar pátinas con ácidos a las esculturas metálicas, para lo que hacía faltra aplicar fuego directamente, apuntando a menos de un metro en dirección a las bombonas de oxígeno de más de metro setenta de altura. Era en esos momentos cuando em preguntaba qué coño hacía yo alli, porque algún día iba a salir volando por los aires. También me planteaba:
    -¿Dónde estaban los profesores responsables de que sus alumnos no hicieran tales burradas?
    -¿Por qué no se les informaba de que eso nos podría costar la vida a todos los que estábamos allí?
    -¿Por qué los alumnos más iniales eran tan arrogantes y si els corregías, conocedora del peligro que entrañaba lo que estaban haciendo, te miraban con cara de asco o te contestaban mal cuando les sugería que no apuntaran con un soplete a una bombona de oxígeno o que se pusieran una mascarilla de gases cuando utilizaran ácido nítrico?
    Que cerraran el taller era sólo cuestión de tiempo, cuando llevé a un amigo especialista en mercancías peligrosas a que viera el polvorín donde yo trabajaba todos los días estuvo a punto del colapso cardiaco y me dijo que no volviera alli.
    Lo siento por los que trabajais en ese edificio, pero es por vuestra seguridad...Os ha cagado el cisne, pero bien

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  3. Estrategia del dacano para acabar con la artesanía!

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  4. Es alucinante que nos hayan tenido trabajando alli hasta el último momento, como para que se nos hubiera caido el techo encima...no se de quien será la culpa pero me parece vergonzoso que ni nos hayan avisado antes, ni hayan tomado medidas.
    muchos habrán dejado allí sus esculturas porque no se habrán enterado a tiempo...pero no pasa nada, todos tranquilos!
    que será del curso de escultura es un misterio..habrá que ponerse a tallar en la cafeteria

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  5. Vivir en una gran bola de inmovilismo y pereza que lo absorbe todo.

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  6. Un amigo me decía que todos los días, cuando salía a la calle, se maravillaba al contemplar que las luces de los semáforos se encendían según secuencia lógica: mientras estaba la luz verde para los automóviles, el muñequito permanecía en rojo... Y le parecía un milagro.

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  7. según el decano en la reunión que hubo en el hall (si, a escasos 5 metros de la sala de conferencias-actos donde se podría haber hecho mucho mejor), era una abominación que se cerrasen 4.000 metros cuadrados de instalaciones porque se cayese un ladrillo...
    acto seguido se fue a tomar "la copa de navidad" con el resto de los decanos y quien no lo entienda que estudie mas antropología.

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