sábado, 27 de octubre de 2012

El espectro de Antonin Artaud en el Reina Sofía..

Acudía con ciertas ansias porque durante algún tiempo —hace ya bastantes años— estuve interesado en el teatro de Antonin Artaud. La muestra, organizada en colaboración con el Institut Français,  fue inaugurada hace más de un mes...
Después de recorrerla, me vuelvo a preguntar —una vez más— qué finalidad tienen eventos como éste. En el breve texto que ofrece el Reina Sofía en su página web, reza:

"Esta exposición explora cómo el deseo de Antonin Artaud de transcender los límites del lenguaje -tanto hablado como escrito- perduró en el trabajo de una serie de creadores vinculados a los movimientos vanguardistas de mediados del siglo XX. Hay que tener en cuenta que, aunque la recepción de Artaud en el teatro y la teoría post-estructuralista se ha documentado y analizado profusamente, hasta la fecha, en gran medida debido al protagonismo del neodadá en la historiografía y en la exhibición del arte de posguerra, se ha prestado poca atención a la influencia que ejercieron sus teorías y propuestas en el ámbito de las artes visuales".

Y en uno de los paneles de la propia exposición:

"Espectros de Artaud. lenguaje y arte en los años cincuenta es la primera exposición que sitúa la producción del surrealista disidente Antonin Artaud —en el teatro, el cine, el dibujo y la radio— como legado crucial para la comprensión de las prácticas artísticas de mediados del siglo XX. A través de la inclusión de diversos medios de expresión artística, la exposición muestra cómo ha perdurado el deseo de Artaud de trascender los límites del lenguaje, escrito o hablado, en la obra de otros artistas asimismo interesados por las cuestiones relativas al lenguaje, el cuerpo y la participación del espectador. La recepción de Artaud en el teatro y la teoría postestructuralista está bien documentada (sic). Sin embargo, debido al protagonismo neodadaista en la historiografía y la exhibición del arte de posguerra, hasta el momento se ha pasado por alto la importancia de Artaud en el arte."

Es sorprendente lo mucho que se aprende en este museo...


Lo que más me ha divertido ha sido el facsímil de White Painting, 2012, a partir del original de 1951, que se explica del siguiente modo:

"Al igual que en su presentación inicial en un contexto performativo, la reproducción de White Painting de Robert Rauschenberg está suspendida en el aire a modo de pantalla. Cage recuerda en 1965 la disposición de la obra en Theater Piece # 1: 'Las pinturas de Rauschenberg estaban suspendidas sobre el público. (...) Estaban suspendidas en diversos ángulos". Otros testimonio indican que las pinturas blancas se mostraban en disposición similar a la quí utilizada. La instalación también recuerda el uso probable de la pintura blanca en Theater Piece # 1 como pantalla de proyección"

El montaje es ideal para buscar efectos visuales simples y la gente se divierte fotografiando siluetas y sombras... Me pregunto si será ese el objetivo perseguido por los comisarios o si, por el contrario, los visitantes estarán alterando el sentido profundo de la instalación.
La gente recorría  las salas sin permanecer ni un minuto delante de las obras ni, por supuesto, leyendo los textos que orientan o desorientan a los curiosos. Lo habitual en exposiciones con obras de "baja iconicidad"
Me cuesta imaginar a quién le puede interesar "seriamente" una exposición como ésta... Tal vez, a una profesora de Princton, a media docena de músicos experimentales, a quienes obtienen réditos personales o profesionales de un tipo u otro, a dos o tres especialistas en la parte, a mi juicio, menos interesante de A. Artaud y a unas cuantas personas más de gustos estéticos peculiares... estadísticamente anómalos. Pero si lo ha pagado el Ministerio de Asuntos Extranjeros de la República Francesa, está muy bien. Me turbaría imaginar que se hubiera hecho con dinero de los contribuyentes españoles, en tiempos tan delicados.

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