jueves, 25 de octubre de 2012

Javier Marías

El escritor ha rechazado el Premio Nacional de Narrativa. Según informa La Vanguardia:

"Me parecería una sinvergonzonería" aceptar el galardón, ha dicho el escritor que ha asegurado que ya hace tiempo que no acepta premios oficiales españoles.
Marías, quien ha admitido que la Cultura sufre mucho en estos momentos con el PP en el Gobierno, ha querido desvincular su rechazo del color político de quién gobierna. El escritor ha insistido en que su decisión ha sido meditada durante largo tiempo y que con ella pretende que no se le pueda tildar de favorecido. En cualquier caso, ha admitido que por muchas razones los premios nacionales no le han merecido nunca demasiada estima.
(...)
"Los que vivimos parte de la dictadura teníamos la esperanza de que cuando acabara sería distinto. Y parecía que lo iba a ser, pero ahora uno tiene la sensación de que no". De este modo, insistía: "durante el franquismo un alcalde, un ministro o la policía podían cometer una arbitrariedad y no había nada que hacer, había que aguantarse. Ahora es un poco lo mismo". Durante la misma conversación, titulada Estamos viviendo una especie de enorgullecimiento de la ignorancia, el escritor apuntaba "no digo que haya una dictadura, en absoluto, pero la sensación es de impotencia".


Foto La vanguardia (Emilia Gutiérrez)
El gesto del señor Marías, incluso aunque como él mismo reconoce, pudiera estar motivado por la vanidad, es de esos que engalanan de grandeza, incluso, a las debilidades humanas. 

5 comentarios:

  1. Y buena publicidad sin duda.

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  2. Naturalmente, Pero en el sentido de las tres acepciones que otorga la RAE al término "publicidad":
    1. f. Cualidad o estado de público. La publicidad de este caso avergonzó a su autor.
    2. f. Conjunto de medios que se emplean para divulgar o extender la noticia de las cosas o de los hechos.
    3. f. Divulgación de noticias o anuncios de carácter comercial para atraer a posibles compradores, espectadores, usuarios, etc.

    Conociendo el perfil sociológico de la sociedad española, hacer una apuesta como esa, debería tener consecuencias negativas en las cifras de ventas: dejarán de comprar sus libros quienes estén cerca de las líneas políticas dominantes.
    No obstante, si por tomar una postura así, vendiera más libros, sería una noticia maravillosa para quienes entendemos la situación política como él.

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  3. Digno puede parecer un acto como éste, digno por no aceptar el reconocimiento a su obra de parte de un gobierno que está aminorando el acceso a la cultura en todos sus aspectos. Digno no aceptar un dinero, que a propósito: ¿Qué pasa con ese dinero? Mi opinión es: coge el dinero aunque no estés de acuerdo con la ideología del partido político reinante y, dónalo, por muy poco que sea esa cantidad, a algunas de las miles o millones de familias españolas que se encuentran ahora en el umbral de la más absoluta pobreza.

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    1. Desde luego que digno. La cultura no debe relacionarse con la politica.
      A la respuesta de qué ocurre con ese dinero, algo que me parece de gran importancia he encontrado aqui su opinión;

      (el pais-cultura
      (...)Quizás lo de aceptar el premio y luego donar el dinero habría sido un poco demagógico. Creo que es mejor que ese dinero el Ministerio lo destine a lo que le parezca. Ojalá lo destinaran a las bibliotecas públicas, que han recibido un presupuesto de 0 euros para 2013, lo cual me parece escandaloso. Entiendo que haya recortes en Cultura cuando es necesario, a sectores como el cine, el teatro, la ópera, que son efectivamente caros, pero no entiendo que afecte a las bibliotecas públicas. En estos momentos la cultura es una de las esferas que más ha sido perjudicada por el actual Gobierno, por no hablar del IVA o de que el cine es considerado un espectáculo y el fútbol no. Si este dinero que no percibiré es destinado a alguna biblioteca me parecerá bien, pero no es asunto mío destinarlo. Prefiero directamente no aceptar”.

      ¿por qué no invertir un poquito en bibliotecas? porque es al fin cultura sin consumo..

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  4. Pienso que al señor Marías le sobra tanta vanidad como razón al hablar sobre la situación política actual de este país, porque ese sentimiento de impotencia, es todo lo que nos queda en muchas de las situaciones y cambios a los que estamos siendo sometidos.

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