sábado, 22 de diciembre de 2012

A Ramoncín le ha tocado la lotería


Esta tarde he sido testigo de una situación sobrecogedora. Varios policías municipales han sorprendido a un grupo de manteros desarrapados y se han encarado con ellos para detenerlos... Los medios nos recuerdan con frecuencia que éstos son individuos disolutos y muy peligrosos, manipulados por las mafias del pirateo industrial... Y además, tienen la piel oscura, los rasgos faciales angulosos y verlos tirados por el suelo da mala imagen a una ciudad con voluntad olímpica.
Apenas dos o tres de los desheredados, los menos ágiles, han reaccionado pasivamente; los demás han echado a correr en direcciones diversas, seguramente concertadas con antelación. Ante la tesitura, casi todos han abandonado sus pertenencias, que han quedado desparramadas por el suelo y entre las escaleras del metro. 
Uno de los uniformados, probablemente dotado de excepcionales cualidades físicas, ha emprendido veloz y esforzada persecución tras el único que se habían empeñado en conservar la mercancía heterodosa.
En situación ajena a las apreciaciones de Zenón de Alejandría, la persecución ha finalizado enseguida, con el perverso malhechor por los suelos ante el gesto profesional y triunfante del vigilante de la Ley y el Orden, que lo ha sujetado colocando su rodilla derecha sobre la espalda... 
Y me acordé de El círculo de tiza caucasiano, de Bertolt Brecht... Acaso aquel desgraciado fuera trasunto de la madre desgarrada, tal vez fuera el más necesitado de los sorprendidos in fraganti...

Al llegar a casa aún con el ánimo sobrecogido, echo un vistazo a las noticias del día y me encuentro con un asunto que no me hubiera llamado la atención ayer. A Ramoncín, presunto defensor de los derechos de los "creadores", artista de reconocida mediocridad y profesional polemista, le han emplumado en correspondencia con aquella sacrosanta misión: el juez encargado de la Operación Saga (asunto SGAE) le ha imputado por los delitos de falsedad documental, apropiación indebida y/o administración desleal; algo más de 170.000 €, de momento. Los medios ultracentristas lo han proclamado alborozados, incluso, con los titulares "ingeniosos" que les caracterizan:  "El botín de Ramoncín", ha cantado La Razón. Inmediatamente El País ha "puesto las cosas en su sitio" mediante artículos de terciopelo. A continuación, uno de ellos completo para evitar los sesgos de la descontextualización:

"Agradezco el interés, y no quiero ser desagradecido, pero créeme que no tengo nada más que decir de lo que he venido diciendo este tiempo atrás", dice un sms remitido hace unos minutos por José Ramón Martínez Márquez, Ramoncín, en respuesta a los requerimientos de EL PAÍS para explicar las novedades derivadas de su imputación en la Operación Saga.
El músico siempre ha proclamado su completa inocencia, asegurando que fue engañado por personas en las que puso toda su confianza. Sobre todo por José Luis Rodríguez Neri, uno de sus más cercanos amigos.
"Cuando vea al juez y me diga que sospecha de mí no tendré ningún inconveniente en hablar de esta pesadilla. No hay que olvidar que es una imputación para declarar con todas las garantías, ¡Gracias!", concluye el mensaje.

"Pleitos tengas y los ganes", expresa la sutil maldición gitana, pero en este caso... el genio nómada se estrella frente a las circunstancias de una sociedad profundamente estamental. Conocidos los antecedentes de situaciones afines, deduzco que gracias al celo del juez Ruz, a Ramoncín le ha tocado la lotería. Si lo que dicen los medios se ajusta "más o menos" a la realidad de los hechos, podemos suponer que, en el peor de los casos, la participación en el tinglado apestoso de la SGAE le podría acarrear el encausamiento en un delito cuantificado en los 170.000 €. Conocida la aureola que ya le acompaña, esa circunstancia apenas modificará su reputación social: los perroflautas seguirán tirándole tomates podridos y sus partidarios seguirán pensando que es un joven de expresión clara y directa.
En contrapartida, ello derivará en incremento substancial de su notoriedad, que, a su vez e irremediablemente, se convertirá en crecimiento del caché. Es de suponer que los medios de comunicación y, muy especialmente, los del grupo Mediaset, al amparo de la sagrada "libertad informativa" y de "la presunción de inocencia", ya estarán  tratando son su representante para que aparezca cuanto antes en los programas de máxima audiencia explicando su "aventura" y la persecución a la que le han sometido los jueces... Su participación en los programas de televisión es apuesta segura porque sus declaraciones serán seguidas tanto por sus partidarios como por sus detractores y en los platós de televisión no se pueden arrojar tomates...
Y en el peor de los casos, en el supuesto de que milagrosamente dentro de unos años algún juez decidiera meterle en la cárcel con pena mayor a tres años, seguro que, haciendo uso de la legalidad vigente, aparecerá un ministro benévolo que le propondrá para ser indultado. Y, por supuesto, a consecuencia del revuelo mediático de esta decisión, de nuevo crecería su caché...
No sé que será del peligroso mantero que esta tarde detenía la policía municipal en una plaza madrileña, pero estoy seguro de que a Ramoncín, celoso custodio de los derechos de reproducción, le ha tocado la lotería.
Spain is different.

3 comentarios:

  1. España es un circo, y no tengo claro si somos el público, leones enjaulados o el payaso tonto del que todo el mundo se ríe. Posiblemente el último.

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  2. Bien, todos sabemos que la televisión es un reflejo de la sociedad, así que veamos los canales de Mediaset y ampliemos nuestra mente.

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  3. Recuerdo una frase de Sabina dedicada a Ramoncín: "Una vez fui a comprar un disco de Ramoncín a un top manta, pero luego me di cuenta de que en las tiendas estaba más barato".

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