Por Simona Cheli
Según relata el periódico Publico, en Gran Bretaña se está produciendo la retirada progresiva de todo resto humano de los diferentes museos.
Sin embargo, el artículo hace especial hincapié sobre la diferencia entre esta nueva tendencia y lo que el público quiere ver. Un desacuerdo que habrá que solucionar de alguna forma, posiblemente enderezando el gusto del público hacia lugares menos morbosos y más políticamente correctos. Quizás con un poco de tele-visión, ese gusto voyeurístico a lo escabroso se pueda satisfacer, mientras se planifica el museo del futuro. Un futuro donde es fácil imaginar como un público/cliente en búsqueda de nuevas experiencias (púdicas, por supuesto), acude a un museo para allí interactuar en un espacio diseñado para entretenerle de forma absolutamente aséptica. Lo que haya expuesto pierde progresivamente de importancia y visibilidad hasta que unas pantallas multimedia sean, de hecho, las protagonistas absolutas de la exposición.
Eso sí, mientras fuera de los canales museísticos “oficiales”, triunfan exposiciones como la conocida “Bodies – The exhibition” que muestra unos cuerpos disecados en posiciones, a menudo, bastante improbables.
A tal propósito cabe recordar la polémica sobre la proveniencia de los cuerpos utilizados, donde un rol bastante importante parece tenerlo el gobierno Chino y ciertos cadáveres de prisioneros condenados a muerte…
Procedencia de las imágenes:
img442.imaggeshack.us
static.dieppresse.com
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