viernes, 31 de enero de 2014

Historias Naturales en el Museo del Prado

Por Lobu

Ya no resulta extraño querer contemplar El rapto de Europa de Rubens y tener que compartir la obra con El toro de Veragua. Desde hace unos meses el Museo del Prado nos ofrece la exposición de Historias Naturales;  una muestra que pretende conformar “un gabinete de futuro” que favorezca una nueva forma de contemplación de las esculturas y cuadros del museo.
La exposición es una reinterpretación del proyecto de Carlos III de albergar en el edificio Villanueva un Gabinete de Historia Natural; más la inicial intención ilustrada ha dado paso –intencionadamente- al oscurantismo de las cámaras de las maravillas. Este gabinete contemporáneo “plantea veintidós intervenciones en las salas del Museo que consisten en la instalación de alrededor de 150 piezas de historia natural […] minerales, animales naturalizados y en etanol, fósiles, esqueletos, e insectos”. Diálogos que en su mayoría refuerzan la idea del carácter misterioso y fantasioso del arte; como algo mitológico, impenetrable,  alejado de la realidad. Una distorsión de la percepción de la naturaleza del arte –y del saber científico de la época- a cargo de la imaginativa de las wunderkammer.
Arte y naturaleza son conceptos inseparables; siempre que no se tenga la visión de arte solamente como una representación bidimensional, ni de naturaleza como cualquier entidad material que no participe de lo humano. Aun así la relación expuesta entre arte y naturaleza se basa en analogías icónicas y simbólicas; una reducción a una semejanza formal que divide irremediablemente. Más allá de la carga estética que tiene colocar una cornamenta invertida junto a un cuadro de Goya, a un nivel comunicativo básico la conexión arte, naturaleza –y ciencia- se muestra limitada.


Sin hablar de otras cuestiones de controvertida funcionalidad didáctica en esta exposición, tras verla –y ver otras realizadas recientemente en el Museo del Prado- uno se pregunta dónde han dejado su responsabilidad pedagógica. Da la sensación que en su proceso de captación de visitantes se están decantando por la espectacularidad. ¿Qué nos está ofreciendo realmente el Prado? ¿Hasta dónde llega su capacidad expositiva? ¿Es capaz de ofrecernos propuestas atractivas con el rigor obligado? La respuesta es obvia y desde luego sería un gusto poder visitar el museo dejándose cautivar por futuras exposiciones.

Nueva cara para la marca España

Tras múltiples vicisitudes, por fin, se ha hecho público el resultado del concurso convocado para magnificar el varias veces ampliado estadio Santiago Bernabéu. Según los medios:

"Ya hay ganador del concurso organizado por el Real Madrid para construir un nuevo estadio Santiago Bernabéu. Se trata del proyecto presentado por la empresa alemana GMP Architekten y los estudios L-35 y Ribas&Ribas. Los perdedores han sido los equipos formados por Rafael Moneo y los suizos Herzog & de Meuron; Norman Foster y Rafael de la Hoz; y Carlos Lamela y Populous."




Contendrá hotel de lujo, centro comercial y espacio exclusivo para los patrocinadores, y está concebido con la finalidad de potenciar el consumo de forofos y turistas en el interior de las instalaciones. Para construirlo se necesitan 400 millones de euros que, según parece, serán aportado en parte por alguna firma comercial que podría imponer un cambio de nombre al estadio. Según la página oficial del club:

"Florentino Pérez presentó en el palco de honor del estadio el proyecto conjunto de GMP Aquitectos y L35 Ribas, ganador del Concurso Internacional de Ideas de Arquitectura del Santiago Bernabéu. El presidente del Real Madrid anunció que “el nuevo Santiago Bernabéu será un territorio privilegiado para las emociones y un orgullo para todos nuestros aficionados. Queremos que sea el mejor estadio del mundo, con la máxima comodidad posible, y un icono de la arquitectura de vanguardia. El mejor estadio, en un emplazamiento único, que será un símbolo mundial. Un estadio especial, único y espectacular”. Por su parte, Volkwin Marg, fundador y propietario de GMP Arquitectos, aseguró: “Tenemos el honor de haber participado en la construcción de más de 20 estadios, pero éste es el proyecto más importante de nuestra carrera. Les presentamos el estadio más importante de la nueva generación. El diseño refleja el valor del legendario club que es el Real Madrid”."

¿Un territorio privilegiado para las emociones y un orgullo para los aficionados? ¿El mejor estadio del mundo?¿Un icono de la arquitectura de vanguardia? ¿Un símbolo mundial? No es tiempo para construir museos, teatros o universidades públicos.  Se me ocurre que podría financiarlo el Estado español, porque tengo la impresión de que va a ser el jalón más señero de la "marca España". El Real Madrid es mucho más que un club e interesa a más gente que las instituciones culturales tradicionales, cuyos horizontes parecen más negros que el uniforme de un trencilla. ¿Para cuándo una sala dedicada a las artes futbolísticas en el MNCA Reina Sofía?

martes, 28 de enero de 2014

Amsterdam: Rijksmuseum, Stedelijk Museum y Amsterdam Light Festival

Por Tomo

El pasado sábado 28 de diciembre visité dos museos de Amsterdam, el Rijksmuseum y el Stedelijk Museum, con la intención de dejar constancia de las diferencias con los museos españoles.

Rijksmuseum

Llegué al museo hacia las 11 de la mañana. Para entrar al edificio, organizan dos colas en las que separan la gente que ya tiene la entrada del museo de la que no, y la verdad es que avanzan con rapidez. Una vez pasadas las puertas, te encuentras en un gran “hall” donde se encuentran la cafetería/restaurante y los mostradores para comprar las entradas, los cuales no suelen tener colas. Con la entrada en la mano, se atraviesan unos arcos que dan acceso al museo, y es una vez dentro donde se aprecia la cantidad de gente que hay.
Las salas del museo se dividen en las galerías centrales y un conjunto de estancias más pequeñas situadas a los laterales de las galerías. Si bien es cierto que las galerías centrales cuentan con mucho espacio, los cuadros situados en las paredes de estas resultan difíciles de ver cuando hay mucha gente, pero es verdad que esta organización consigue que el flujo de personas se lleve con naturalidad. Algunos de los cuadros están protegidos con cristal y su visualización se hace complicada por los reflejos. Aun así, no hay barandillas que separan al público de los cuadros ni otros obstáculos, por lo que uno puede acercarse más si lo necesita. La iluminación está bien conseguida, de manera que los focos se sitúan en los altos techos de las galerías y no concentran mucho el haz.
En las salas pequeñas el flujo de gente se me hizo más incómodo. En estas salas no solo se encuentran cuadros si no que se exponen otros artículos y objetos, desde muebles y vajillas de una época determinada, hasta pequeñas esculturas y maquetas de barcos. Puede ser interesante esta muestra, pero dada la gran variedad del contenido, da la sensación de que muchas de estas forman parte del “relleno” del museo. Aunque estas salas aparecen en el plano que se otorga al visitante, se hace un poco lioso situarse en él, y aunque esté comunicado con la galería principal, si hay mucha gente puede dar una sensación claustrofóbica. De esta forma, se ha respetado demasiado la estructura del edificio de manera que no resulta muy funcional en algunas zonas. Entiendo que no se quiera modificar, pero en cuanto a su condición de museo creo que no funciona en algunos puntos.


Un aspecto a su favor es que las personas que vigilan y atienden a los visitantes intentan no llamar demasiado la atención. Visten con traje oscuro y llevan un “walkitalki” o un “pinganillo”, junto con una chapita discreta que los presenta, y suelen pasear tranquilamente a lo largo del museo. Tratan de interferir lo menos posible con la visita y tanto es así que incluso pasan por alto  algún niño que se ha entado en el suelo o que esta correteando por la galería. Además me resultó muy agradecido no tener que encontrarme a un vigilante guardando cada estancia del museo.
Aquel día me encontré con un público muy heterogéneo, en el cual el número de turistas era elevado. Pero quiero destacar el gran número de niños que había, de modo que muchos padres comentaban con sus hijos las diferentes obras. El número de personas que prestaban más de un minuto para ver cada cuadro era mínimo, pero lo cierto es que percibí un gran ambiente familiar. Además, las escalinatas que conectaban con los demás pisos estaban divididas en dos por medio de una cinta que permitía a los visitantes una zona en la que pudiesen descansar o incluso comer algo que se hubiesen traído de casa. Hacía las 14:00, las escaleras se encontraban llenas de gente sentada, sin que esto supusiese un colapso en el fluir de la gente que ascendía o descendía. Esto, sumado a la actitud de los vigilantes, me da a entender que el museo propone su visita como una actividad de ocio e intenta acercarla a un público más amplio. En otras palabras, el centro intenta hacer que gente que no está especializada en el mundo del arte encuentre satisfactoria una experiencia en el museo.
Por último, al lado de las salas donde se encuentran los cuadros de Rembrandt, el museo tiene reservada una pared donde encontramos unos cinco cuadros del pintor del siglo XX Frank Auerbach. En un cartel conciso, el museo propone la obra de este pintor, siendo Rembrandt su conexión con el resto de la muestra. No resulta algo excesivamente exagerado, simplemente se propone como algo que intente despertar la curiosidad y que acerque las ideas modernas y contemporáneas desde los valores estéticos tradicionales.

Stedelijk Museum

A las 17:00 llegué al museo y tuve que esperar mucho tiempo hasta poder entrar puesto que no habían muchos mostradores que vendiesen entradas. Con carnet de estudiante conseguí entrada reducida para ver tanto la colección permanente como la temporal, en la que había una exposición de Malevich. La exposición permanente comienza nada más entrar al museo, y al no tener mapa se hace en un principio complicado entender por donde se desarrolla, sobretodo al continuarla en el piso superior. Aún así, la organización de las salas es bastante intuitiva, de modo que al recorrer varias uno se hace una idea.


En el piso inferior, las salas dedicadas a las vanguardias se organizan en las estancias más exteriores al núcleo del edificio, formándolo éste las escaleras, algún mostrador de información y unas salas dedicadas a muestras actuales que entran en discurso con las salas antes mencionadas. De esta forma, el museo propone una visión de las vanguardias (expuesta por paneles informativos no demasiado técnicos) entendidas como movimientos que coexisten durante los mismos años, y que se van sucediendo, ganando mayor importancia unos u otros en momentos determinados. En definitiva, intenta romper la idea de las vanguardias como movimientos que siguen un orden cronológico estricto, y esto se refleja en la organización de las obras. En algunas salas se produce una heterogeneidad contenida, de modo que se conecten artistas que la idea cronológica de las vanguardias puede haber separado. Además, en las salas más próximas al núcleo del edificio se muestra la obra de artistas contemporáneos que han reflexionado sobre las vanguardias, por lo que  se establece un vínculo con nuestro tiempo.
El museo se apoya en su influencia a lo largo del siglo y en sus artistas nacionales, de modo que difunde su imagen de centro de gran interés para el movimiento De Stijl y su tiempo, o para el grupo CoBrA. La mayor parte del museo está enfocado al diseño debido a la evolución que siguió De Stijl, y éste expresa su actitud activa durante esos año como una pieza necesaria. Además, reivindica abiertamente su papel y su criterio actualizado materializado en la compra prematura de obras a artistas que más tarde se les ha considerado figuras muy importantes. En el piso superior, que guarda las obras del Expresionismo Abstracto en adelante, se encuentra una obra de Robert Rauschenberg considerada por el museo como uno de los mayores logros del artista.
Por último, las instalaciones funcionan bien a pesar de haber sido un edificio que se ha adaptado a su práctica de museo. En general está todo bien iluminado y las proyecciones están bien pensadas para atraer al público, pues éste a veces pasa de largo del material que se ofrece en las pantallas.

Amsterdam Light Festival

Para terminar y a modo de conclusión, quiero establecer una conexión entre el criterio de estos museos en lo mencionado anteriormente con otro evento que tiene lugar en esas fechas, el Amsterdam Light Festival. Este festival consiste en un programa de instalaciones (muchas de ellas propuestas por alumnos o artistas jóvenes) dispersas por la ciudad cuyo vínculo de unión es la luz, interactuando con el entorno, la falta de iluminación e incluso la historia de la ciudad. En este recorrido, cada obra está complementada con un breve cartel informativo en dos idiomas que explica en breves palabras en qué consiste aquello que se está observando.


Eran muchas las personas que seguían el recorrido y que se interesaban por lo mostrado. Había gente “entendida”, pero la mayor parte del público no lo era, por lo que realmente conseguía atraer a sectores poco familiarizados con el arte contemporáneo. Los carteles informativos estaban dedicados a un público no especializado, por lo que propone una experiencia diferente a cualquier persona en su entorno urbano.
Amsterdam es una ciudad cuya iluminación es la justa a pesar de tener muchas horas sin sol. Es un acierto utilizar esta característica y proponer una actividad acorde con ella que intente acercar más aspectos de la cultura al público general. Entender este tipo de cosas son la clave para administrar correctamente cualquier institución o evento. En adición, una de las obras que forman el recorrido reflexiona, por medio de una proyección, sobre el papel activo que tuvo un edificio en concreto en la reclusión de muchos judíos durante el período nazi. Esta serie de obras denotan una madura actitud por la ciudad a la hora de aceptar su historia y entender aquello que le caracteriza para su evolución.
En definitiva, son interesantes estas ideas que motivan la administración de una ciudad que tiene unos objetivos a nivel cultural claros y acordes con lo que supone expandir la cultura y llevarla a un público más amplio. Parece existir cierto espíritu común de ser consecuente con aquello por lo que se supone que se trabaja, y una idea de entender la cultura con la importancia que tiene. 

lunes, 27 de enero de 2014

Triunfo de la marea blanca… de momento

En un país donde caen antes los jueces que los presuntos mangantes, es noticia deslumbrante la sentencia conocida hoy sobre el bloqueo de la "externalización sanitaria" de Madrid. Tras muchas manifestaciones por las calles de Madrid, silenciadas por casi todos los medios de comunicación, y según informa El País:

"Más de un millón de madrileños (el 18,02% de los que tienen tarjeta sanitaria) y 5.128 profesionales sanitarios y no sanitarios podrían sufrir "perjuicios irreparables" si no se hubiera paralizado la privatización de seis hospitales madrileños, una operación que conllevaría transacciones económicas de casi 4.680 millones de euros. Esas son algunas de las razones esgrimidas por la sección tercera de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid para ratificar la suspensión de la externalización aprobada por el Gobierno de Ignacio González (PP). En su resolución, los magistrados han puesto números a "la dimensión extraordinaria del proceso" que, aseguran, podría no tener vuelta atrás en caso de que hubiera seguido adelante."

El consejero de sanidad, señor Fernández-Lasquetty, el de las justificaciones contradictorias, vagas y cínicas, presentó la dimisión, que le fue admitida, tal vez para dejar a cubierto las responsabilidades políticas de una iniciativa que jamás debió ponerse en marcha.


Ante todo, guapos

Según recoge Mundo BBC:

"Así eran probablemente los primeros habitantes europeos, según lo revelaron análisis genéticos de un cazador-recolector que vivió en España hace 7.000 años.
Esta inusual combinación sorprendió a los investigadores que pensaban que la tez de estos era clara.
"Una explicación es que la tonalidad más clara de la piel evolucionó más tarde de lo que se asumía", afirmó Carles Lalueza-Fox, investigador del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona y autor principal del estudio publicado en la revista especializada Nature."

¿Estarían esperando el perfil de un tipo como los modelos idealizados de Arnold Breker? Morenos y guapos. Me pregunto si todos serían tan interesantes como se deduce de las imágenes ofrecidas en Nature... 
CSIC


Uccellacci e uccellini

El pasado domingo, minutos después de un llamamiento por la paz en Ucrania, varios niños que acompañaban al Papa Francisco, dejaron en libertad dos palomas blancas.  Para regocijo de los dioses antiguos y terror de los agoreros, una vez las aves fuera de las jaulas,  fueron atacadas por otras de mayor envergadura: según los medios, los protagonistas del hecho pasoliniano  fueron un cuervo y una gaviota.

EFE
AP
Seguro que la perversa Circe está detrás de un incidente que alumbra sobre el nefando poder del relativismo materialista y ofrece nubarrones dolorosos.

Ferran Adrià en ARCO

Por Sarapa

Parece que Ferran Adrià no se limita a enfocar su creatividad a la cocina. El País nos regala la siguiente noticia: “El cocinero más laureado del mundo protagonizará el estand de EL PAÍS en ARCO y expone sus dibujos, pinturas, ideas y conceptos en el Drawing Center de Nueva York”.
Veo esto y no puedo evitar sentir que es una tomadura de pelo. Mirad las imágenes y juzgad vosotros mismos. En mi opinión, mejor hubiera sido que se guardara esas otras formas de explotar su creatividad genial para él mismo. Está claro que como pintor no podría haberse ganado la vida… Nuevamente personas que se convierten en marcas. Me resulta un juego forzado, tratar de vender por el nombre que se tiene. Pese a todo, quizás sus dibujos no desentonen del todo en ARCO.





domingo, 26 de enero de 2014

Marcus Raetz

Lo propone Irene:



Tiene cierto interés como juego perceptivo.

viernes, 24 de enero de 2014

Había que empezar por algún sitio

Cuando está a punto de abrir ARCO, el gobierno anuncia la rebaja del IVA que se aplica al mercado del arte y antigüedades, incluidas las fallas: pasará del 21 al 10 %.  Dicen que es el primer paso para la reducción del IVA cultural en conjunto.  Y naturalmente era conveniente empezar por el impuesto que más afecta a la mayoría. Yo mismo estaba impaciente porque me habían ofrecido un Warhol a buen precio… No será necesario viajar a Shanghái.


Lo de las fallas tiene guasa.

miércoles, 22 de enero de 2014

Los pijos del Monopoly se reúnen en Davos.


El otro día una “joven emprendedora”, “invitada” al evento, explicaba en una emisora que en Davos todos son iguales porque, como es una estación invernal, los participantes no pueden acudir con los visones: llegan con botas de nieve y vestidos térmicos…
—Cuando entramos en el hotel, nos quitamos las botas de nieve y nos ponemos los tacones…

Liberté, égalité, fraternité, obviamente. Que la fête commence… ¿O es al revés?



Uno de los “representantes” españoles es —no podía faltar—  la alcaldesa de Madrid, la dama del verbo doble y florido. Según recoge La Voz de Galicia:

"(…) La primera mesa en la que participará la alcaldesa madrileña será la centrada en el empleo, prevista para las 11.45 horas de este miércoles. Su título es Reinventando el empleo: intercambio entre líderes de gobiernos subnacionales, instituciones académicas y otros actores de la sociedad civil. Botella trasladará la apuesta que Madrid ha hecho por los emprendedores como clave de un modelo productivo «más competitivo y que es la vía para la creación de empleo y prosperidad».
La segunda mesa redonda en la que participará la regidora versará sobre el desarrollo urbano. Tendrá lugar el jueves a las 8 horas bajo el título El futuro del desarrollo urbano: guía de los alcaldes para nuevos modelos de solución de los problemas de las ciudades."

En esta ocasión, la capacidad organizativa de los "asesores" españoles se ha dejado sentir en los folletos que presentan a los conferenciantes: las "fichas" del ministro de industria y de la alcaldesa no contienen currículo, frente a lo que sucede con otros participantes.  
«Me imagino que es un fallo de alguien, no le puedo decir, es un error de alguien... puede haber sido la organización (pero) no lo sé», ha dicho la señora Botella.

Lo tenemos crudo.

Manipulación

Por Sarapa

La manipulación es un hecho inherente al proceso de comunicación. Por extensión, la manipulación estará presente en cualquier acto comunicativo, véase pintura, véase cine, véase publicidad. Y, sobre todo, véanse los medios de comunicación.
No es lo mismo una manipulación fruto de la naturaleza del fenómeno comunicativo que una manipulación consciente, intencionada, en la que el emisor tenga la voluntad de manipular. Pecaríamos de ingenuos si esperásemos que desde los medios de comunicación nos intentasen informar de la manera más objetiva posible. Es este segundo tipo de manipulación, la que practican los medios de comunicación.
El pasado lunes, 13 de enero, asistimos a un ejemplo de esto. Tuvo lugar la XIX edición de los Premios José María Forqué, retransmitidos por la 2 TVE. Durante la gala salió a hablar el ministro Wert. Tras la intervención, el público prorrumpió en abucheos, abucheos que intentaron ser censurados por la cadena. Este intento de censura, quitando el sonido ambiente y poniendo bien alta una música instrumental, no sólo resulta vergonzoso, sino también patético. Y digo “intento” pues la presentadora de la gala, Ana Morgade, recriminó en directo lo que acababa de ocurrir: “Perdonad, compañeros de sonido, no sé qué ha pasado. Ha sonado ahí un sonido raro. Mirad, en los volúmenes, hay un botón que pone ‘opinión del pueblo’, a ver si lo podéis bajar un poco, ¿eh? Porque no vaya a ser que opinemos y esto sea una democracia… o algo.” Por todo esto el intento de censura ha tenido un efecto rebote, ya que en lugar de evitar que al público le llegasen estos abucheos, se ha conseguido que se hable mucho más del suceso, que ha tenido gran eco en las redes sociales, llegando a mucha más gente de la que hubiera llegado en un principio.
Con esto queda demostrado una vez más al servicio de quién están los medios de comunicación (desde luego, no al del ciudadano) y cuál es su verdadera intención… Mientras tanto, podemos seguir tranquilos, creyendo que ahora somos más libres porque nos tienen muy bien informados, claro que sí.
No se puede dudar de que la información desborda. ¿Hacen falta más hechos como este para darnos cuenta de que la manipulación  también?

domingo, 19 de enero de 2014

La preocupación del Museo del Prado por incrementar la psicomotricidad fina de los ciudadanos

Cada vez que entro en el Museo del Prado, creo detectar con mayor claridad el orden de prioridades de sus gestores. Sin embargo, esta tarde al recorrer sus salas he observado algo que ha modificado substancialmente la idea que, hasta hoy, tenía sobre el particular.
Es de elogiar el desvelo de los gestores, traducido en el de los vigilantes, por asegurarse de que el ciudadano no se equivocas de botón cuando maneja el smartphone o la tablet. Con suma amabilidad se ponen al lado del diletante para recordarle que, como buen amanuense, debe anotar con cuidado los detalles de las cartelas mediante el teclado o el puntero, en lugar de fotografiarlas, porque las fotografías perturban la tranquilidad espiritual que debe imperar en tan sagrado lugar. De ese modo, además, el Museo cumplen su muy noble y moderna función didáctica, porque el visitante, al tener que mover los dedos con rapidez para pasar de una tecla a otra y de una aplicación a otra, se ve obligado a realizar ejercicios de psicomotricidad fina, que es uno de los objetivos de la educación plástica y estética de nuestros días, según reconocen todos los especialistas. Sólo cuando el museo saca beneficio económico, es asumible prescindir de tan nobles objetivos y emplear los susodichos objetos diabólicos para otras finalidades…


No sería mala idea que los gestores se animaran y crearan alguna aplicación que, mediante wifi, completara los comentarios de las cartelas. De ese modo, se podría ampliar la información ofreciendo los textos de la "galería online", y aún ir más allá, por ejemplo, explicando las razones por las que alguien suprimió los genitales del herma sobre el que se apoya Dioniso, para regularizar la superficie mediante un suplemento rectangular de gran tamaño que da pie a fantasías desbocadas.

Nuevo inquilino de la Academia

Por Irme

El museo de La Real Academia de San Fernando se ha llenado estos últimos días de público hasta el punto en el que, actualmente, hay salas cerradas debido a la falta de personal de seguridad para su puesta en funcionamiento. La causa no es una sorprendente y renovada campaña de publicidad ni una anexión a alguno de los grandes museos; tras la poca acogida de la exposición sobre Mengs (de pago aparte), han llegado cuatro obras del videoartísta Bill Viola.
Todas ellas podemos verlas en la primera planta; según entramos, encontramos en la capilla, ''la Dolorosa'', seguida de ''Montaña Silenciosa''. Más adelante y mezclado con la exposición de Goya, dos pantallas muestran ''Rendición'' y más alejada y difícil de encontrar vemos al ''Quinteto de los silenciosos''.
La prensa anuncia que estas obras dialogan con las obras colindantes de la exposición permanente, pero todo el mundo se agolpaba alrededor de las obras de Viola e impedían tal dialogo; las obras de Zurbarán, Goya o Ribera parecían querer hablar pidiendo atención, como si tuvieran envidia del nuevo orden del Arte, de la compañía de la tecnología que ha dotado de movimiento y vida a estas imágenes aparentemente barrocas.


Los de primeriza visita observaban atentamente en todas las plantas del museo, como niños descubriendo lugares nuevos. De las veces que he ido a visitar el museo, ha sido la que más lleno estaba sin duda. En algunos casos (puedo decir por los comentarios escuchados en la sala) para mucha gente ha sido un descubrimiento como museo, y se han percatado de que en la Academia hay muchas obras de gran calidad.
Me alegró y mucho la noticia, y tras ver en primera persona la aceptación del público de esta institución "desconocida", estoy mas contenta aún.
Se intentará, si el dinero lo permite, ir al Teatro Real a ver la representación de Wagner, en la que Viola colabora.

sábado, 18 de enero de 2014

El museo Carmen Thyssen de Málaga

Ocupa un palacio de mediados del siglo XVI (palacio de Villalón), al que se ha unido un anexo de concepción moderna (“actual”) debida al estudio rg+ asociados. El resultado es un complejo de cierta amplitud con una apariencia impecable, que alberga una colección pictórica construida, sobre todo, con obras españolas del siglo XIX y principios del XX, magníficamente potenciadas.  A ellas hay que unir unas pocas más antiguas, otras clasificables en el territorio de las vanguardias históricas y alguna más contemporánea.
Según el propio museo, "El conjunto de obras del Museo Carmen Thyssen Málaga recogido bajo la denominación “Maestros antiguos” se caracteriza tanto por su riqueza como por su diversidad”. No puedo estar de acuerdo, como tampoco lo estoy con el resto de las "valoraciones" recogidas en los paneles y en la página web de esta institución, donde destaca el exceso de celo de los vigilantes, que con sus movimientos nerviosos, rompen el ambiente de recogimiento de la modélica instalación general.
Salvando algunas zonas con iluminaciones discutibles, es difícil encontrar problemas museísticos graves; está bien comunicado en vertical, tiene zonas de descanso, la información es correcta... Cobran 8 € y la salida conduce a la tienda de recuerdos.

Mercedes Lasarte, Carmen en Málaga, 2011 (detalle)
A mi juicio, lo más revelador es la obra“Carmen en Málaga”, de Mercedes Lasarte, 2011, que me ha hecho pensar en la posibilidad de que Ken Carson, el novio de Barbie, fuera un pintor famoso. Fantasía estúpida, claro está: Mercedes Lasarte es una acreditada pintora amiga de Carmen Thyssen, que hace un tipo de pintura muy personal. Según ningunearte, las obras de Lasarte son:

"Alegres, vitales, intensamente coloristas, las creaciones de Mercedes Lasarte presentan formas definidas por el contorno del dibujo, tratadas en ocasiones con un cierto aire ingenuo, e incluso con cierto sentido pop. De hecho, en las pinturas de Mercedes Lasarte se descubren ciertas similitudes con el gusto personal de la propia Baronesa."

Por lo demás... es un magnífico ejemplo de cómo gestionar un museo para que a la gente le interese visitarlo (120.000 visitas durante el año 2013, con un incremento del 28 %), incluso, aunque las obras no sean especialmente relevantes. Para desazón de los defensores del rigor, puristas y demás vigilantes de la ortodoxia estética, el éxito de este año de crisis se debe a la exposición dedicada a Romero de Torres (50.000 visitantes)... ¡Qué cosas!

El aula de interpretación del Teatro Romano de Málaga

El teatro romano de Málaga —obra de tiempos de Augusto— permaneció enterrado cerca de la alcazaba hasta mediados del siglo XX, cuando reapareció al realizar las obras del Palacio de Archivos, Bibliotecas y Museos, hacia 1951. y se tomó una decisión repetida mil veces en otros muchos lugares:  seguir adelante con el proyecto que, desde ese mismo momento, se transformaba en paradoja absurda: el Palacio de Archivos, Bibliotecas y Museos que, supuestamente, albergaría a quienes deberían velar  por la conservación del patrimonio histórico-artístico, se levantaría sobre importantes restos arqueológicos devastados. El proyecto fue de Luis Moya Blanco, arquitecto relevante de aquellos tiempos (¿"maestro" de Fisac?), que diseñó importantes edificios entre los que destacan Las Universidades Laborales de Zamora (1952) y Gijón (1956), y el Museo de América (1954. con Martínez-Feduchi).
Según cuentan, las ruinas del teatro aparecieron al explanar el terreno para realizar el ajardinamiento lateral que relacionaba la trama urbana con los accesos a la Alcazaba; pero ese relato no es creíble porque, según los testimonios fotográficos, una parte del edificio debió cimentarse sobre ellas... Me consta que en aquellos no tan lejanos tiempos, los procesos constructivos no se detenían fácilmente, por varias razones; en primer lugar, porque las direcciones facultativas —presionadas por los gestores administrativos— procuraban no dar opciones a las constructoras para incrementar sus beneficios mediante presupuestos adicionales; y porque la aparición de restos arqueológicos suponía la dilatación de los plazos de ejecución y ello trastocaba los programas de inauguraciones, para la bulimia del NODO, "informativo" comparable a los que hoy emite Tele Madrid.

Foto tomada de la documentación de la Junta de Andalucía
El proceso se explica de modo sucinto y sumamente "curioso" en un panel del actual aula de interpretación:

“El teatro reapareció en 1951 al derribar una barriada de casas humildes para levantar allí el Palacio de Archivos, Bibliotecas y Museos proyectado por el régimen franquista. Recuperado como escena, sobre todo con los festivales grecolatinos, el público reivindicó el derribo de aquel edificio simbólico de la autarquía y la rehabilitación del teatro como emblema de la ciudad democrática.”

En 2010 fue inaugurada la nueva instalación asociada a la rehabilitación del Teatro Romano. El edificio, diseñado por el arquitecto Antonio Tejedor, es un prisma cuadrangular "flotante", de acero, madera y cristal, "forrado" con fragmentos de la Lex Flavia Malacitana, que supuso reconocimiento oficial explícito de romanización. Ocupa parte del solar de la Casa de la Cultura, puesto que así denominaban popularmente al palacio franquista. 


Según la página del propio estudio

"La valorización e interpretación del Teatro Romano de Málaga se realiza en el Centro de Recepción de Visitantes que atiende dos necesidades fundamentales del monumento: presentar los restos arqueológicos restaurados del teatro en el seno de un discurso interpretativo asequible al público no especializado y disponer de un espacio de apoyo para las labores arqueológicas. Arquitectura de mediación. 
La pieza exenta, leve y abstracta, ocupa una posición lateral que no interfiere en la visión de ninguna parte del Teatro a la vez que matiza la relación de éste con las edificaciones de mayor volumen de calle Alcazabilla, en especial con el cine Albéniz. El Centro de Visitantes se configura también como puerta de acceso al recinto, como reclamo y punto de atracción para el visitante, que puede organizar su itinerario a partir de este punto. La apariencia de levedad y autonomía de la caja que parece sobrevolar el nivel arqueológico se refuerza con el uso del vidrio estampado con la Lex Flavia Malacitana y de la madera que le proporcionan una cierta imagen de provisionalidad."

Suscribo casi todo excepto que pueda "funcionar" "como reclamo y punto de atracción". Efectivamente, no interfiere la visión del conjunto arqueológico; pasa prácticamente desapercibido (me parece su mejor cualidad), cumple de transición entre la medianería del edificio anexo y el teatro y parece un pabellón provisional, de esos que, en tiempos franquistas, se colocaban para ritualizar la inauguración de algún complejo industrial y explicar al Jefe del Estado o a su representante, el funcionamiento del tinglado mediante paneles explicativos y una maqueta de factura primorosa. Y lo más importante: ocupa el lugar de aquel otro edificio franquista.
En su interior y mediante un diseño expositivo espectacular, se muestran varias piezas romanas, entre las que destacan dos representaciones de máscaras teatrales y un capitel jónico, este último muy tosco y "arcaizante", pudiera ser del siglo I (¿época de Augusto?) o, incluso, anterior. 





La instalación se completa con un montaje "pedagógico" espectacular, desarrollado en varios paneles. vitrinas y una mesa táctil que, con dificultades, activa un complejo programa de información sobre la cultura romana y sobre el teatro.


La funcionalidad del montaje se puede deducir de uno de los paneles compuesto según un diseño de "pixeles" que definen una retícula de Hering y que no facilita, precisamente, su contemplación debido a los fenómenos de inestabilidad visual que engendran estas retículas. Es vistoso, espectacular, todo un alarde de elegante diseño posmoderno... pero no cumple adecuadamente la función pedagógico-didáctica.
Los visitantes, sumamente escasos, se detienen unos minutos, trastean en la mesa táctil con la ayuda del vigilante, que conoce "el truco" ("hay que tocar con dos dedos y mantenerlos un instante") para activar los menús desplegables, y salen hacia el teatro... sin molestarse demasiado en extraer información. Y es que, como recordara no hace mucho la directora de cierto museo, a la gente no le interesa aprender.
Lo mejor del aula: la amabilidad de los funcionarios y que es gratuito. Lo peor: los reflejos y el resto de los fenómenos visuales parásitos.

¿Para finalizar?

De nuevo me planteo hasta qué punto tiene sentido gastar dinero del contribuyente en "emblemas democráticos" con propuestas pedagógicas ultramodernas, que se harán obsoletas pronto y que, en sus contenidos, tendrían mayor sentido en Internet. ¿Es posible que sólo sean "casetas efímeras" que, como tramoyas absurdas, materialicen los ritos de inauguración y proporcionen substancia material a los nuevos magnates?
La intención de forzar que los malagueños acudan a verlo me parece tan ingenua que no me molestaré en rebatirla. Si deseamos trabajar para que los turistas se interesen aún más por Málaga, añadamos atractivos a los muchos que de por sí tiene esta maravillosa ciudad o divulguemos su patrimonio. Y como ya indiqué, no creo que este edificio, en su buscada naturaleza de "caseta efímera", tenga ninguna capacidad en ese sentido.
Probablemente, dentro de unos años, cuando cambie el actual sistema político, los nuevos magnates orden retirar el aula de interpretación para colocar en su lugar un nuevo emblema igual de provisional.

viernes, 17 de enero de 2014

Rino Stefano Tagliaferro

Irene y Marcos (no se si de previo acuerdo) me hacen llegar este curioso vídeo, que anuncia posibilidades insondables:

miércoles, 15 de enero de 2014

El museo de Almería

Consideraciones básicas

Hasta hace poco, tenía claro que conviene conocer la historia por razones muy poderosas:
1. Por acumular datos sobre nuestra propia naturaleza como personas sociales.
2. Por tener una visión más general del proceso dinámico que incluye nuestras propias vidas.
3. Por acrecentar nuestra capacidad para tomar decisiones que nos ayuden a resolver problemas mil veces planteados.
4. Pero sobre todo, por evitar los inconvenientes de perder la memoria: perder los recuerdos nos deja en situación afín a quienes padecen la senectud más severa; perder la memoria equivale a perder la capacidad de razonar…
Sin embargo, para justificar los desvelos de Álvarez Junco, no parece que haya calado la sentencia de Santayana, tantas veces recordada en este blog ni la necesidad de mantener viva la memoria colectiva. Da la sensación de que quienes tienen poder social y político han colocado en los platillos de la balanza las “ventajas” de la reelaboración histórica y, según parece, el juicio global ha sido contundente: para ellos son más importantes las ventajas de manipular la Historia que los inconvenientes de perder la memoria colectiva. Sólo así se pueden entender tanto interés en falsear la historia o en “remodelarla” según las conveniencias políticas o sociales del presente continuo...
En ese desmadre, corresponde una responsabilidad grave a las "infraestructuras culturales", invariablemente sometidos a las directrices emanadas desde el poder, y por consiguiente, no siempre concebidas desde la utilidad social ni desde el sentido común. Aún se mantienen de actualidad las vicisitudes esperpénticas de la la Ciudad de las Artes y las de su homónima gallega. Y en un subgrupo específico de ese entramado podemos y debemos incluir el caso de los museos arqueológicos de construcción reciente, sujetos a circunstancias derivadas de su propia naturaleza.
Un museo arqueológico provincial debería ser, ante todo, una institución que, en primer lugar, siguiera  lo que implica la definición de "museo", según las indicaciones del ICOM;  y  en segundo lugar, que materializara la Historia de la zona geográfica próxima al lugar de ubicación, sobre todo, durante el período peor documentado mediante las fuentes literarias. Esa es la razón de la que surge la costumbre de casi todos los museos arqueológicos europeos por articular los contenidos entre la Prehistoria y el fin de la Edad Media, cuando la aparición de la imprenta impone un decisivo cambio en las propuestas metodológicas del análisis histórico.
Durante la segunda mitad del siglo pasado, a medida que cambiaban sus posibilidades como infraestructuras educativas, fue manifestándose la necesidad de replantear el carácter de estas instituciones; varias propuestas museísticas de cualidades diversas han surgido para configurar un panorama tipológico que acaso debiera ser sistematizado, por supuesto, con memoria de resultados prácticos; de ese modo sería fácil comprobar si valen lo que le han costado al contribuyente o si sólo han sido útiles para que el magnate de turno se presentara ante sus votantes con los oropeles del "apoyo a la cultura".


El museo de Almería

Fue inaugurado el año 2006, según un proyecto de Ignacio García Pedrosa y Ángela García de Paredes. Por el exterior es hermético y tremendo, y ofrece una modulación geométrica (¿elegante') pero con un rigor que acojona. Demasiado orden, excesiva regularidad, apabullante simetría. En el “tríptico” que entregan a la puerta, pone:

“El nuevo edificio del museo es obra de los arquitectos Ignacio García Pedrosa y Ángela García de Paredes. Se trata de una obra de estilo contemporáneo con una espléndida combinación de luces, volúmenes y espacios, tanto en el exterior como en el interior”.

Me acordé de que en el siglo XV llamaban “estilo moderno” al gótico flamígero… ¿Estilo moderno? No obstante, se aproxima mucho, quizás demasiado, al repertorio de tiempos  “brutalistas”, de cuando el hormigón visto imponía su “lógica” elemental, "funcional” y severa. Dicho de otro modo: el museo no ofrece una fachada especialmente atrayente. No creo que haya mucha gente que, contemplándolo por el exterior, se anime a entrar. Y en esa cualidad acaso esté un grave inconveniente preliminar para un edificio que, cuando menos, debiera promover justo lo contrario.
Por el interior, el aspecto general es mucho más atractivo, acaso porque su organización es fruto de aplicar el buen saber del arquitecto a un plan integrador, que funde las ideas espaciales con el diseño museográfico. En esa línea forma grupo con otros inaugurados recientemente, entre los que destacan el arqueológico de Zamora (Mansilla y Tuñón, 1993-96), el de Salamanca (Arranz Algueró, 1997) y los de Lugo (2007-11), Medina al-Zahra (2009)y Córdoba (aún sin inaugurar), todos ellos de Nieto y Sobejano que, de momento, parece ser el estudio más especializado y alabado en estos menesteres. Y en esa línea se intuyen ciertos inconvenientes: en España sería inimaginable que un arqueólogo, convenientemente asesorado por un grupo de arquitectos, definiera el aspecto general de un museo. Lo normal, es justo lo contrario, parafraseando a un viejo compañero de trabajo: primero se diseña el cascarón y que el bicho se apañe.

La "Nube de Siret"

En un hall marmóreo, amplio, luminoso y decorado con rigurosos sistemas de seguridad inoperantes, recibe al visitante la primera “instalación”, que matiza con elocuencia el carácter del museo: la “Nube de Siret”, homenaje postmoderno a quien con sus trabajos colocó a la provincia de Almería en el mapa de la arqueología europea.  Luis Siret fue un ingeniero belga que, junto con su hermano, excavó algunos de los yacimientos prehistóricos (calcolítico y bronce) más relevantes de la zona almeriense y, entre ellos, los que proporcionan gran cantidad de objetos a las vitrinas.

Acceso al museo; al fondo, la "Nube de Siret"
La “nube de Siret” es una instalación organizada mediante reproducciones tomadas de las publicaciones de los mencionados arqueólogos y colgadas del techo en agrupación difícil de entender si no media explicación sobre la trascendencia de algunas de sus sistematizaciones aún vigentes. Me pregunto si los visitantes estarán tan familiarizados con la retórica posmoderna como para entenderlo... O si los diseñadores de la instalación buscarán alejarse de ese objetivo prioritario para cualquier planteamiento pedagógico.

La columna estratigráfica

El monolito estratigráfico forma parte de una reducida zona en la que se explican los principios más elementales del método arqueológico y ofrece al espectador el “corte” de una estratigrafía “natural” (a escala real) producida por la acumulación de restos materiales a lo largo de los siglos. Por su esbeltez prismática, permite interpretarlo como una “metáfora” sobre los mismos “factores” aludidos por Kubrick-Clark en 2001, Una odisea del espacio, aquellos que, a efectos de la evolución humana, supone la acumulación de aportaciones culturales. No es preciso recurrir a factores externos (dioses o alienígenas)  para explicar el desarrollo de la racionalidad, el crecimiento de la capacidad cognitiva humana o la aparición del "alma"; en ese sentido, me parece una magnífico hallazgo.


Los Millares


La primera planta está dedicada al yacimiento de los Millares, mediante un modelo museográfico que combina la pretensión de ofrecer información concentrada y rigurosa sobre la cultura correspondiente, con interpretaciones de dicha cultura según planteamientos estéticos supuestamente actuales: “La Maqueta de Millares muestra cómo sería  el territorio Millares en el III milenio antes de nuestra era.  Lo novedoso de este recurso es que se trata de la primera vez que en un museo de contenido arqueológico, se plantea la interpretación histórica de un territorio, a partir del lenguaje artístico contemporáneo.”
Me ha parecido acertada la recreación del mundo simbólico y funerario, mediante la documentación material suministrada por la necrópolis de Los Millares. Pero no puedo decir lo mismo del llamado “círculo de la vida”, construido mediante una instalación espectacular, que combina vitrinas didácticamente muy funcionales con la recreación de un espacio de hábitat cotidiano, decorado mediante diseños de Inocente Blanco de la Rubia, en el que se ha colocado un grupo escultórico de Jaime Gil Arévalo.
La cartela que justifica la “decoración” de Blanco de la Rubia y que me ha recordado las fórmulas empleadas en otros museos (por ejemplo, en el Museo Arqueológico de Lleida), explica: “Un círculo de vida junto a otro y a otro. Líneas de siluetas embebidas en el muro. Líneas vibrantes de conocimiento. Conocimiento que dibuja la espiral escalante desde la paz hasta las flechas que buscan la sangre humana”.



La que ilustra el conjunto de Gil Arévalo, próxima a ciertas expresiones populares navideñas, va acompañada de un comentario poético: “Las sombras del vacío acotadas por los trazos metálicos. Trazos que unen el anciano con el niño todavía no nacido. Trazos como espirales de ADN que unen todos los corazones dentro del círculo. Dentro del círculo”.
En el suelo, definiendo el círculo sobre el que se ha colocado la obra de Jaime Gila Arévalo, han dispuesto una inscripción, en inglés y castellano, aún legible, pero cuyas letras van perdiéndose por efecto de las pisadas: “Pronto se iluminará nuestra cabaña con los gritos de una nueva vid. Nuestro círculo será más grande. Esperamos que sea una hembra, para que dé a luz a más niños y haga nuestro clan más grande. Estaremos felices, celebraremos y comeremos. Si todo sale bien”.
Aunque el montaje parezca sugerente, no creo que sea el más apropiado para ofrecer una imagen de gran potencial informativo sobre lo que sucedió en parte de la costa mediterránea peninsular entre los años 2200 y 3000, en tiempos de la “revolución calcolítica”; tampoco me parece oportuno explicarlo mediante fórmulas que pueden hacer sonreír al joven inteligente e ilustrado y desconcertar a quien tenga problemas de comprensión verbal. Y ello sin mencionar una circunstancia relevante que gravita sobre el museo de Almería en su conjunto: la escasa sintonía del público con las fórmulas estéticas "actuales" (más o menos actuales). Deduzco que esta instalación informa, antes que nada, sobre cómo desean ciertos arqueólogos o gestores de nuestros días que sean entendidas aquellas formas culturales.
Atendiendo a los aspectos puramente antropológicos, me parece demasiado aventurado que el momento del parto fuera un hecho social ritualizado (tenemos frecuentes referencias antropológicas de todo lo contrario) y aún más que fuera "preferible" el nacimiento de una niña al de un niño; no se debe reconstruir un sistema cultural proyectando los valores propios... incluso, aunque sea tentador expresarlo así por nobles razones "educativas". En nuestros días existe un peligro grave en esa dirección: que el joven advierta la inexactitud y ello le conduzca a reforzar la descalificación de las referencias éticas.
Del mismo modo, el conjunto de Jaime Gil Arévalo, que acaso pueda justificarse en términos estéticos propios y por su potencial motivador, tiene un inconveniente grave para formar parte de una instalación museística tridimensional con tanto potencial informativo: por su naturaleza lineal, no facilita la decodificación perceptiva y, en consecuencia, implica incomodidad y un esfuerzo suplementario para interpretar lo representado; como en otras muchas expresiones estéticas actuales, su interpretación impone cierta actitud reflexiva y analítica por parte de quien lo contempla.
Al menos en esta parte del museo, entiendo que ha primado la voluntad por ofrecer un “discurso educativo” sintonizado con los valores sociales actuales (dominantes) sobre la de ayudar a que los visitantes se hagan una idea sobre las circunstancias antropológicas y culturales de aquellos alejado tiempos. Me acordé de la película Cavernícola de Carl Gottlieb (1981), que no hace mucho proponían como referencia en otro museo arquológico; es "educativa", es divertida, pero...

El Argar

La segunda planta está dedicada a la sociedad argárica (segundo milenio), mediante un montaje que me parece exageradamente ambicioso, teniendo en cuenta el tratamiento otorgado al resto de los fenómenos culturales que se implantaron en la región y teniendo en cuenta las posibilidades objetivas de quienes podrían beneficiarse de ello. Aquí los gestores han preferido combinar una idea retórica más difusa (el itinerario ascendente en zigzag) con los recursos museográficos tradicionales (carteles, cartelas, vitrinas, etc.) y los monitores para ofrecer vídeos sincronizados. Obviando los problemas de este tipo de instalaciones, que ya mencioné al hablar del Museo Interactivo de la Ciudad de Lugo, el resultado global es, a mi juicio, menos discutible, al menos desde el rigor que debe proyectar un museo. Pero en contraposición a ese potencial, que alabarán quienes se especialicen en la Cultura Argárica, la instalación es menos sugerente y atractiva para quienes se acerquen a estos asuntos desde las obligaciones educativas. No me imagino a un escolar que entre al museo por voluntad propia para contemplar todos los vídeos y leer toda la información... ni a un joven no arqueólogo ni a una persona ajena los asuntos históricos.
Particularmente, me hubiera gustado que el programa pedagógico hubiera enfatizado más las relaciones con el resto de las culturas sincrónicas (Cogotas I, Atalaya, etc.) y con las corrientes extrapeninsulares de cualidades comparables.

Uno de los montajes dedicados a la Cultura Argárica
El tercer piso. Romanización e Islam

Siguiendo el orden estratigráfico, el tercer piso se ocupa de las culturas romana e islámica, mediante tres espacios de concepción desigual y, en cualquier caso, tremendamente discutibles por la escasa relevancia relativa que ofrecen de ambos fenómenos.
La sala romana, organizada según criterios lumínicos muy peculiares, es pequeña, exagerdamente pequeña: hubiera sido sencillo compensar la carencia de restos "relevantes" con recursos similares a los utilizados en otras partes del museo.

Sala romana
Y aún es más criticable la manera de recoger el ciclo islámico, materializado en dos áreas próximas: la definida por una impresión directa sobre tela de César Lorente con caligrafía de Tarik Atrissi, y una sala con aspecto de mini-kaaba, coronada con una celosía de madera de gran desarrollo, donde se han recopilado algunos restos aparecidos en diversas zonas de la capital, colocados en vitrinas de concepción similar a las del resto del museo.

Serigrafía de César Lorente con caligrafía de Tarik Atrisi

Mini-Kaaba
Parece obvio que para quienes ha diseñado la instalación global, estos dos factores tienen menor relevancia que los rezagos de Los Millares y de la Cultura Argárica en la formación de "lo almeriense".

La exposición de Almeriane

Puede que la parte más “divertida” del museo sea la sala de exposiciones temporales. Cuando lo visité se ofrecía una exposición de Almeriane, pintora hispanofrancesa y autodidacta, que ofrece unas imágenes difíciles de valorar desde planteamientos estéticos ortodoxos. Aunque jamás expondrá —al menos mientras no se derrumbe el cielo— en un centro de arte contemporáneo integrado en los circuitos convencionales (Tate, MOMA, MNCARS, etc.), ha conseguido un espacio privilegiado en este peculiar museo. Su visión de "lo andaluz", demasiado próxima a Merimé, se concreta en representaciones que, con frecuencia, enfatizan el legado andalusí, acaso, para compensar lo poco que ese factor interesó a quienes diseñaron el museo. En todo caso, a la gente le gusta esta manera de entender la pintura y  se divierte contemplando un repertorio iconográfico pretendidamente próximo a Alfons Mucha pero más cercano a los viejos carteles de publicidad para películas folclóricas.
En ocasiones es difícil determinar dónde está la línea que separa el arte de la artesanía en pintura; en otras, no.

La Luna y el Toro (sic)
Pero reconozco que me divirtió la paradoja del enfrentamiento fáctico entre el rigor de los "planteamientos científicos" arqueológicos con el populismo de una concepción pictórica que se apoya, precisamente, en los componentes culturales que el propio museo atenúa. Con frecuencia, la fuerza de los hechos se imponen sobre las voluntades "creativas" de unos y otros...

Las instalaciones generales

Lo que se percibe en las salas informa de unas instalaciones generales modernas y, por lo general, bien resueltas; las vitrinas y la iluminación son correctas (salvo en la zona romana), las cartelas informan adecuadamente; existe buena comunicación vertical y, al parecer, han tenido en cuenta a las personas con movilidad reducida... Sólo en la exposición de Almeriane se advertían detalles de precariedad apenas perceptibles: algunas cartelas habían desaparecido y otras, sensiblemente inclinadas, parecían a punto de correr la misma suerte.
Sin embargo, ya se aprecian algunas circunstancias inquietantes de mayor calado en las zonas "nobles". Además de las erosiones mencionadas (inscripción del "Círculo de la Vida"), hay otras deficiencias: no se utilizaba el control de seguridad de la entrada, uno de los proyectores estaba "en el taller" y otro mostraba bajísima luminosidad y en pantalla ofrecía el mensaje de lámparas "agotadas" (más de 2400 horas de uso). Y en eso llegó la crisis...
La página web, como casi todas las de los museos españoles y sobre todo, los andaluces,, es manifiestamente mejorable; no proporciona más información que el tríptico ofrecido a la entrada.


Para finalizar

Sin ninguna duda, el museo de Almería es una referencia fundamental para conocer la evolución de las culturas metalúrgicas y neolíticas del sureste peninsula. No obstante, le encuentro algunos inconvenientes que no se limitan a lo estrictamente museístico. La más importante deriva de la apuesta "revolucionaria" enfatizada en el tríptico divulgativo:

"Lo novedoso de este recurso es que se trata de la primera vez que en un museo de contenido arqueológico, se plantea la interpretación histórica de un territorio, a partir del lenguaje artístico contemporáneo"

No creo que haya sido buena idea enfatizar tanto algo que se afronta "de oficio" en todas las instalaciones nuevas: todas ellas suelen emplear elementos del lenguaje artístico contemporáneo aunque no lo acentúen tanto. Las soluciones creativas conllevan contrapartidas para la exposición de datos objetivos, porque introducen factores subjetivos que pueden sesgar la función más obvia. En este caso concreto, el proyecto museístico, decisivamente condicionado por la idea arquitectónica global, limita radicalmente cualquier propuesta de futuro, derivada del proceso investigador. ¿Se ha decretado que ya no es necesario hacer más investigación arqueológicas prehistóricas? Es obvio que la solución ideal para cualquier museo con voluntad de perdurar es, precisamente, ofrecer una articulación espacial abierta y elástica, al modo de lo que hicieron Herzog y de Meuron en Caixa-Forum Madrid (2008). Tengo la sensación de que el modelo almeriense ofrece pocas posibilidades de maniobra a su director, a no ser que se éste líe la manta a la cabeza, modifique el carácter de las salas menos bloqueadas y cambie la función de la actual zona de exposiciones temporales.
No sé si el proyecto,que ha recabado muchos elogios, se ajusta a las necesidades de un museo actual, teniendo en cuenta un mínimo de operatividad en la función que se le asigna desde los planteamientos del ICOM (estudio, educación y recreo) y desde los intereses de la sociedad española, en la actualidad, muy dependiente del sector turístico. Tal y como se ha concebido, orientándolo hacia la función pedagógica (o didáctica) especializada, no parece tener muchas posibilidades para reclamar el interés del público.
Desde el punto de vista educativo, que se refleja obsesivamente en el proyecto museográfico, quedaría preguntarse si tiene sentido una institución de ese tipo, tan costosa de mantener, teniendo en cuenta las posibilidades ofrecidas en la actualidad por los medios de información y divulgación. Si el museo tiene finalidad educativa, ¿no sería conveniente que la página web ofreciera a todo el mundo el material videográfico? Por razones ya no sólo educativas, ¿no sería conveniente que la página web proporcionara un caudal generoso de información (vídeos, imágenes, etc.) equiparable a la que ya están ofreciendo los grandes museos? Con ello se facilitaría la labor de los escolares, pero también la de los investigadores...
Pero lo más negativo del museo —por supuesto, siempre a mi juicio— es la imagen que ofrece de la "historia de Almería", exageradamente volcada hacia "lo local", a enfatizar épocas que, tal vez, condicionaran el sustrato socioculural sobre el que se aplicaron las posteriores aportaciones, pero que, en todo caso, no pudieron dejar demasiados rasgos en el desarrollo histórico, dada la relevancia de aquellas. Insistir en la relevancia del índalo me hace recordar la Orbajosa de Galdós...
Si persisten en esta instalación, acaso debieran cambiar el nombre; sería más propio "Museo Prehistórico de Almería". Y aún así habría cosas que decir por la previsible relevancia de los factores exógenos, que ha sido tan minusvalorados.

El Año Greco… ¿o GRECO?

En un ambiente más sosegado del que suele acompañar al ministro de educación, cultura y Deportes y en compañía de Dolores de Cospedal, quien pretende enseñar a los jueces “las reglas del pensar” (¿en diferido?), se ha inaugurado el “Año Greco”, con el que se pretende conmemorar el cuarto centenario de la muerte del pintor que no gustó a Felipe II. Casi al mismo tiempo y como si fuera figura retórica de Mefistófeles para dar réplica contundente a tan relevantes magnates y a sus compañeros, el grupo anticorrupción del Consejo de Europa (Group of States against Corruption) que se autoidentifica con las siglas GRECO, ha emitido un informe que contiene 11 recomendaciones para que el sistema judicial español no naufrague en el charco de mierda que nos rodea. Según recogen los medios:

"Nueva advertencia a España sobre la credibilidad de sus instituciones. El grupo anticorrupción del Consejo de Europa (GRECO, por sus siglas en inglés) ha expresado su preocupación por el daño que la Administración de justicia y los principales órganos de poder político de España están sufriendo a raíz de lo que consideran una “proliferación de casos de corrupción”. En el informe, publicado este miércoles, el órgano identifica algunos fallos estructurales en el sistema de justicia, pide “garantías adicionales” para evitar la politización de los “sobrecargados” tribunales españoles e incluye 11 recomendaciones expresamente dirigidas a España."


martes, 14 de enero de 2014

La GAM de Turín

Por Tomo

El día 14 de Noviembre, tuve la oportunidad de visitar la Galleria Civica D'Arte Moderna e Contemporanea de Turín (GAM) y de ver así tanto la exposición permanente como la temporal que, hasta el día 23 de febrero la conforma una muestra de las obras de Renoir de la colección del Musée d'Orsay y del Musée de l’Orangerie de Paris. Forma parte de un proyecto de colaboración entre diferentes instituciones según el cual el año pasado tuvo lugar una exposición de Degas, y está comisariada por Sylvie Patry, conservadora del Musée d'Orsay, y Riccardo Passoni, vicedirector de la GAM de Turín. Está organizada en nueve secciones que giran en torno a las etapas del pintor y las temáticas de toda su carrera, de manera que en algún punto salta ligeramente la linealidad histórica de la totalidad. Es cierto que, aunque sea interesante este tipo de planteamiento, para el público menos familiarizado con la obra de Renoir puede llegar a ser algo confuso, pues no se explica explícitamente la alternancia de obras de diferentes años (aunque lo que se pretende es enfatizar las diferencias de cuadros de igual temática por ejemplo). Sin ser una exposición muy extensa (al rededor de 60 obras), los paneles informativos me parecen que son bastante acertados en extensión, contenido y distribución. La muestra comienza con una línea cronológica en ingles e italiano que funciona a la hora de organizar lo que se va a ver y justo a continuación le siguen los paneles en las diferentes salas que explican, precisamente, el criterio con el que cada una está enfocada. Me parece un acierto el haber alternado algunas paredes con grandes ampliaciones de fotos del artista y su época, pues vuelve más liviano el transcurso de la exposición. Como contras, me ha parecido que está montada en salas muy reducidas y, ya que se juntaron dos grupos de visita, algunas veces se hizo realmente incómodo. Posiblemente se deba a la propia arquitectura del edificio, un problema que nos solemos encontrar en los museos, pero curiosamente el lugar donde se expone la muestra permanente no le ocurre este problema. Además, se vuelve a veces un poco lioso la orientación en todo el edificio. Por último, me resultó incómodo en algunos cuadros la iluminación demasiado localizada, aunque entiendo que en ocasiones sea muy difícil iluminar bien una obra, más aun cuando no se tiene demasiado espacio. Con todo y con eso, tuve una buena experiencia.


En relación a la exposición permanente puedo explicar en rasgos generales mi impresión sobre ella. La muestra la componen obras variadísimas que comprenden del siglo XVIII al año 2010 (si no hay alguna más actual) y están organizadas en un hilo narrativo de enfoque muy actual. Una propuesta arriesgada y segura en sí misma que junta en una misma sala un paisaje del siglo XVIII, una escultura de Klein y un cuadro de Piero Dorazio. Rechazando el orden cronológico, las obras se agrupan por conceptos y se establece una conexión entre obras temporalmente muy separadas. Además, por todo el recorrido están distribuidos diferentes bancos pertenecientes a la serie “Thirteen benches” del artista Nedko Solakov, “obras invisibles” en las que la primera vez que uno se sienta no sabe en lo que está sentado. Los diferentes paneles informativos ofrecen información para públicos habituados al arte contemporáneo y no son excesivos, pero como crítica al desarrollo “innovador” de la exposición, resulta imposible que el público general entienda en un porcentaje medio la exposición (a diferencia de la de Renoir). Es realmente una lástima pues contiene obras de artistas muy importantes. Otro dato muy interesante es el grandísimo número de artistas italianos en la colección. Es muy notable la intención de la institución por apoyar sus artistas nacionales e incluso, sus artistas de Turín. De este modo, las obras de los grandes artistas reconocidos por las referencias del momento como Warhol, Picasso, Kiefer... están rodeadas casi exclusivamente por sus artistas nacionales, vistos de esta manera como piezas fundamentales para el entendimiento del arte contemporáneo. Además del concepto de reinterpretación de las obras, por parte de los organizadores, el concepto de descontextualización sigue esa tendencia “transgresora” de algunos centros de crear un gran contraste entre la temporalidad de las obras. Aunque para algunos pueda resultarnos atractivo e interesante como una nueva vuelta de tuerca, es cierto que para los públicos menos familiarizados con el arte contemporáneo puedan ver esto como un gesto de mal gusto y les produzca rechazo.
En general, tiene una buena muestra, una clara intención de apoyo a su arte nacional y una arriesgada propuesta en tendencias contemporáneas.
Por último, quiero resaltar un aspecto que me pareció de especial interés. Como es sabido, Turín tiene una actividad alta en relación al cine, pues entre otras cosas, se encuentran el Torino Film Festival (TFF) o el Museo Nazionale del Cinema, uno de los museos más importantes de cine en Europa. Posiblemente por esto y por su clara intención a seguir las tendencias contemporáneas, la GAM tiene una videoteca en la que muestran un catálogo con una gran cantidad de títulos importantes en torno al cine no narrativo y experimental. Además, sienten especial preocupación por este tipo de prácticas, y suelen tener diferentes propuestas de artistas. Es alentador que en algunos sitios apoyen este tipo de obras que en muchos otros apenas se conoce de su existencia.
Para terminar, esta pequeña muestra me ha dado una visión de lo que parece ser un Turín alternativo, pues las características de este centro tienen que tener un reflejo con el resto de la ciudad en general.

El Museo Nazionale del Cinema de Turín

Por Tomo

Como uno de los mejores museos de cine de Europa, el Museo Nazionale del Cinema de Turín se encuentra en lo que fue una antigua sinagoga. Este gran edificio que encontramos en el reverso de las monedas de dos céntimos italianas, llama especialmente la atención por su altura. Su punto más alto, el extremo de su pináculo, se puede llegar a ver desde muchas partes de la ciudad y, por medio de un ascensor, propone magníficas vistas de la ciudad. El museo se adapta a su arquitectura y, aunque en alguna zona podría ser algo problemática si el flujo de visitantes es elevado, creo que está bien conseguido, dejando además, un espacio diáfano en el centro del edificio donde se llevan a cabo diferentes eventos y desde donde sale el ascensor que lleva al mirador.
Está pensado como un museo para toda la familia, en el que se muestra desde los primeros experimentos de cámaras oscuras hasta las últimas cámaras del cine de hoy, de una forma en la que tanto mayores como pequeños experimenten la evolución del cine y aprendan o rememoren aquellos hitos en su historia que si no hubiesen existido, nuestro cine no sería como es.
Como ya he dicho, la exposición comienza con los primeros experimentos de cámaras oscuras y otros artilugios con los cuales se investigó sobre la ilusión de movimiento. Salvo para estudiantes de Audiovisuales, Bellas Artes o parecidos, esta primera parte creo que puede ser muy exótico e interesante para todo el mundo, pues además de estar explicados los principios físicos en los que se basan, se encuentran aquellos inventos (algunas réplicas y algunos originales) en los que se basaron, y de una forma interactiva, se puede experimentar qué aspecto tenían aquellas larvas del cine. Me llamó especialmente la atención una zona donde se encontraban reproducciones de lo que serían aquellas cámaras que, al hacer dos fotos con un leve desfase y colocadas de manera que cada ojo viese una diferente, producían una sensación de 3D. Con esto se podía ver este efecto en numerosas fotos de la época, que eran auténticos tesoros. Algo tan tonto como eso, he de decir que me atrapó más que a los más pequeños, pues con solo eso realmente daba la sensación de estar en el siglo XIX. También, puedes contemplar el efecto de antiguas máquinas que, basadas en lo que hoy llamamos Stop motion, ya auguraban lo que sería el cine mediante grandes tambores con cientos de fotos pasadas a alta velocidad. Realmente una delicia.

Wiki
He de decir también que al ir sin niños, había algunas cosas que no me decían nada, por eso creo que es un buen museo para toda la familia, pero que igualmente, está cuidadosamente colocada para mantener la atención a un abanico grande del público. Además, tienen algunas proyecciones de las primeras películas de los Lumière y gente de su momento, de manera que me parece muy acertado pues se dan a conocer películas que en una sociedad que tanto les debe, apenas se conocen.
Más tarde, se llega a una zona donde se explica, por medio de documentación, fragmentos de películas, papeles, dibujos, guiones, artilugios, máquinas... lo que “oficialmente” forma una película y los diferentes personajes que intervienen en ella. Además, la ilustran fotos de los rodajes, vestuario y demás que toda la familia disfrutará al reconocer a qué película pertenece cada objeto. Si bien es cierto que películas de culto solo las reconocerán aquellos especializados en este tipo de cine, se encuentra un abanico muy grande en el que se identificará gran parte del público. Realmente encontramos material que no se encuentra en cualquier lado, por eso incluso los más cinéfilos encuentran su interés en la exposición. A partir de aquí, se encuentra una zona centrada a los carteles de las películas desde sus inicios que son realmente interesantes, vestuario de personajes donde no podría faltar el de Alien y demás objetos que atraen a sus mejores fans. Verdaderamente, es un museo realmente amplio que merece la pena ver con tiempo y sin prisa, y posiblemente enfocando los intereses particulares de cada uno.
Por poner pegas, es cierto que en alguna zona si el visitante es un entendido del cine, esta no le va a aportar nada o le parecerá infantil, pero por eso digo que es un museo para toda la familia. Aunque creo que está bien alternado para mantener la atención de cada persona, aconsejaría que el visitante lea la organización del museo (siendo casi imprescindible la primera parte para todos los visitantes), pues así podrá intensificar su visita. Como un inconveniente, creo que el museo es algo lioso en cuanto a señalización, pues no se cómo buscando la salida terminé en una zona de acceso restringido sin haberme encontrado con ningún cartel que me lo prohibiese.
Puede que como pega que también comparta otra gente es que en el museo hay sectores del cine que no se encuentran representados. Entiendo que esto a nivel de público sea lógico, pues el cine representado (salvo algunos casos) es el que gira en torno a la historia del cine más convencional, aunque tenga muy en cuenta el cine europeo e incluso parte del asiático. Igualmente, los más entendidos experimentarán una ausencia de algunos cineastas que realmente podrían ser interesantes de cara a introducir en la experiencia de la gente, cines más marginales y menos convencionales.
El museo tiene precios reducidos y un precio recomendable para subir al mirador y ver el museo. Una visita en Turín aconsejable.