Muchos habíamos interpretado la victoria de Ahora Madrid como el olvido de la vieja costumbre de hacer política en beneficio de los intereses particulares a costa de los generales. Me temo que nos hemos equivocado. Recientemente del Pleno del Ayuntamiento ha aprobado el Plan Parcial de Reforma Interior del Taller de Artillería (TPA) según había sido planteado por una promotora privada (Domo), gestora de los intereses de una cooperativa empeñada en construir pisos de lujo sobre el solar, hasta ahora, ocupado por un complejo de finales del siglo XIX, de gran interés histórico y elevado valor arquitectónico.
La historia se comenzó a escribir cuando el Ministerio de Defensa vendió en subasta pública (2014) los terrenos ocupados por Taller de Precisión de Artillería a la mencionada gestora, en una operación de cierto riesgo porque dichos terrenos estaban pendientes de la aprobación de un Plan Parcial que consintiera la transformación radical del conjunto, con la eliminación de los edificios neomudéjares y una parte relevante de la vegetación. Frente a esa situación, se polarizaron dos grupos: por un lado los cooperativistas respaldados por la anterior alcaldesa y por el otro las asociaciones vecinales interesadas en la protección del patrimonio histórico y natural y en el incremento de unas dotaciones manifiestamente escasas.
La pugna se ha resuelto, de momento en beneficio de los cooperativistas...
En consecuencia, a partir del mencionado Pleno, si las reclamaciones de los movimientos vecinales culminaran en una sentencia favorable a la conservación del conjunto, el Ayuntamiento se vería obligado a pagar la indemnización que determinen los organismos correspondientes. Pero más allá de las consecuencias económicas de la decisión, incomoda especialmente que el nuevo equipo municipal haya tomado un camino tan pisoteado en el pasado inmediato.
José Manuel Calvo del Olmo, concejal de Ahora Madrid, miembro de la Junta de Gobierno y Delegado del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible se defendía de los juicios críticos publicado en Diagonal con las siguientes palabras:
"La noticia es bastante parcial. Creo que si se hubieran informado no la darían así. Esto no es un pelotazo, ya que no existe promotora o costructor qe (sic) haya promovido esto. Existe una cooperativa y una gestora. La gestora conbra (sic) un porcentaje de su trabajo, (no un pelotazo), y comentar que ya llevan cuatro años de duro trabajo, para sacar este proyecto adelante. Se estan (sic) ganando un sueldo con su trabajo, y no hay "pelotazo". Para su mayor información después de 4 años de trabajo no han cobrado nada. Luego cobraran un porcentaje de gestión por su trabajo realizado que no llega a un 9%. y que es mucho menor que el "pelotazo" que daría una constructora si hubiera adquirido el solar /(70% o mas). En cuanto a los cooperativistas (355) una gran mayoria (sic) han adquirido el terreno para vivienda propoa (sic) a un coste de aproximadamente 5.500€ (incluyendo IVA y precio por metro útil) además de asumir riesgos. ¿Donde esta el pelotazo?. Muchas gracias, y espero que sean honestos en publicar los comentarios. El precio de 4.500€ euros que sale publicado es sin Iva e incluyendo zonas comunes."
¿Dónde está el pelotazo? Tal y como está planteada ahora mismo, la operación moverá una cifra próxima a los 500 millones de euros, que acaso pueda superarse con creces. Eche cuentas el lector sobre cuáles serán los "beneficios de gestión", por no hablar de otros asuntos relacionados con el proyecto. Pero sea como fuere (estas cifras podrían estar equivocadas), lo más importante es que nos encontramos ante una decisión dictada en contra de los criterios más elementales de protección del patrimonio histórico-artístico, ese patrimonio que ilustra lo que somos porque ilumina nuestro pasado.
La historia se comenzó a escribir cuando el Ministerio de Defensa vendió en subasta pública (2014) los terrenos ocupados por Taller de Precisión de Artillería a la mencionada gestora, en una operación de cierto riesgo porque dichos terrenos estaban pendientes de la aprobación de un Plan Parcial que consintiera la transformación radical del conjunto, con la eliminación de los edificios neomudéjares y una parte relevante de la vegetación. Frente a esa situación, se polarizaron dos grupos: por un lado los cooperativistas respaldados por la anterior alcaldesa y por el otro las asociaciones vecinales interesadas en la protección del patrimonio histórico y natural y en el incremento de unas dotaciones manifiestamente escasas.
La pugna se ha resuelto, de momento en beneficio de los cooperativistas...
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José Manuel Calvo del Olmo, concejal de Ahora Madrid, miembro de la Junta de Gobierno y Delegado del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible se defendía de los juicios críticos publicado en Diagonal con las siguientes palabras:
"La noticia es bastante parcial. Creo que si se hubieran informado no la darían así. Esto no es un pelotazo, ya que no existe promotora o costructor qe (sic) haya promovido esto. Existe una cooperativa y una gestora. La gestora conbra (sic) un porcentaje de su trabajo, (no un pelotazo), y comentar que ya llevan cuatro años de duro trabajo, para sacar este proyecto adelante. Se estan (sic) ganando un sueldo con su trabajo, y no hay "pelotazo". Para su mayor información después de 4 años de trabajo no han cobrado nada. Luego cobraran un porcentaje de gestión por su trabajo realizado que no llega a un 9%. y que es mucho menor que el "pelotazo" que daría una constructora si hubiera adquirido el solar /(70% o mas). En cuanto a los cooperativistas (355) una gran mayoria (sic) han adquirido el terreno para vivienda propoa (sic) a un coste de aproximadamente 5.500€ (incluyendo IVA y precio por metro útil) además de asumir riesgos. ¿Donde esta el pelotazo?. Muchas gracias, y espero que sean honestos en publicar los comentarios. El precio de 4.500€ euros que sale publicado es sin Iva e incluyendo zonas comunes."
¿Dónde está el pelotazo? Tal y como está planteada ahora mismo, la operación moverá una cifra próxima a los 500 millones de euros, que acaso pueda superarse con creces. Eche cuentas el lector sobre cuáles serán los "beneficios de gestión", por no hablar de otros asuntos relacionados con el proyecto. Pero sea como fuere (estas cifras podrían estar equivocadas), lo más importante es que nos encontramos ante una decisión dictada en contra de los criterios más elementales de protección del patrimonio histórico-artístico, ese patrimonio que ilustra lo que somos porque ilumina nuestro pasado.