Súbitamente, coincidiendo con el "día de la República", llegó el verano. En el ambiente tibio, las jóvenes tracias, transmutadas en grupos de "escrachistas", se lanzaban sobre los señores y señoras diputados para devorarlos... Miss Violet Venable, vestida enteramente de blanco y sentada en el sitial bizantino, insistía en la locura de Catherine...
Según parece, al ministro Gallardón, otrora Albertosis I, el Grande, señor de las deudas asumibles, le ha entrado prisa por desarrollar el mandato constitucional para regular las circunstancias legales de la Familia Real y, de paso, resolver la ambigüedad en la que podría quedar el rey si abdicara. Con un poco de suerte, la nueva ley llega antes de que el rey se divorcie y sea recibido con frases gruesas en los actos protocolarios...
Tal y como están las cosas, creo que el debate entre República y Monarquía es secundario. Si mañana mismo se celebraran elecciones para la Jefatura del Estado, podríamos acabar con José María Aznar o Felipe González al frente del Estado y no sé si ello fuera provechoso. Se han podrido tanto las estructuras de nuestra articulación sociopolítica, que hasta las posibles soluciones, aisladas y contempladas en un plano estrictamente teórico, chirrían y vocean la catástrofe.
¿Una nueva constitución? Parece obvia la necesidad de cambiar el fundamento constitucional, pero... ¿quién la debería redactar? ¿Un grupo de "padres de la patria" elegidos entre los santones del PP y del PSOE? ¿Qué consecuencias tendría abrir ahora, con la que está cayendo, un período constituyente?
Y mientras tanto, a los pijos del Monopoly, más bizantinos que nunca, sólo se les ocurre emplear técnicas "goebbelianas" para sostener su cada vez más precario sostén electoral, pero como son tan limitados sólo recuerdan los puntos quinto y sexto del famosos decálogo (la propaganda debe adaptarse al menos inteligente de los individuos a quienes va dirigida y la importancia de la reiteración) e insisten en llamar nazis a quienes la sociedad en general está aplaudiendo como héroes. Deben ser "nazis en diferido"... ¿Habrá que "curarlos" con lobotomías? No me extrañaría que más de un alumbrado de salón, seguidor de Lars von Trier y demócrata de hondo sentido liberal, se dé cuenta de lo bien que sientan los abrigos de piel negra... y acabe proponiendo nuevos amaneceres... A lo mejor es ese el objetivo final.
De momento, el príncipe Felipe está al margen de los escándalos, pero... ¿Cuánto tiempo durará esa comodidad? ¿Cuánto tardarán en aparecer nuevos documentos "secretos" o guardados en Suiza, que dejen con las vergüenzas al aire a toda la Casa Real?. No sé si el asunto del testamento de don Juan ha sido clarificado por completo... Se diría que los medios han pasado página con excesiva celeridad, porque la aparición de ese documento pone el foco de la curiosidad diferentes hechos del pasado, todos ellos poco edificantes...
¿Monarquía o República? Tal y como está la situación, por una vez y sin que sirva de precedente, me sumo a la estrategia del señor Rajoy: dejemos fluir los acontecimientos... Dentro de un par de años, con República o con Monarquía, nos veremos obligados a reconstruir hasta los sistemas de alcantarillado.
Según parece, al ministro Gallardón, otrora Albertosis I, el Grande, señor de las deudas asumibles, le ha entrado prisa por desarrollar el mandato constitucional para regular las circunstancias legales de la Familia Real y, de paso, resolver la ambigüedad en la que podría quedar el rey si abdicara. Con un poco de suerte, la nueva ley llega antes de que el rey se divorcie y sea recibido con frases gruesas en los actos protocolarios...
Tal y como están las cosas, creo que el debate entre República y Monarquía es secundario. Si mañana mismo se celebraran elecciones para la Jefatura del Estado, podríamos acabar con José María Aznar o Felipe González al frente del Estado y no sé si ello fuera provechoso. Se han podrido tanto las estructuras de nuestra articulación sociopolítica, que hasta las posibles soluciones, aisladas y contempladas en un plano estrictamente teórico, chirrían y vocean la catástrofe.
¿Una nueva constitución? Parece obvia la necesidad de cambiar el fundamento constitucional, pero... ¿quién la debería redactar? ¿Un grupo de "padres de la patria" elegidos entre los santones del PP y del PSOE? ¿Qué consecuencias tendría abrir ahora, con la que está cayendo, un período constituyente?
De momento, el príncipe Felipe está al margen de los escándalos, pero... ¿Cuánto tiempo durará esa comodidad? ¿Cuánto tardarán en aparecer nuevos documentos "secretos" o guardados en Suiza, que dejen con las vergüenzas al aire a toda la Casa Real?. No sé si el asunto del testamento de don Juan ha sido clarificado por completo... Se diría que los medios han pasado página con excesiva celeridad, porque la aparición de ese documento pone el foco de la curiosidad diferentes hechos del pasado, todos ellos poco edificantes...
¿Monarquía o República? Tal y como está la situación, por una vez y sin que sirva de precedente, me sumo a la estrategia del señor Rajoy: dejemos fluir los acontecimientos... Dentro de un par de años, con República o con Monarquía, nos veremos obligados a reconstruir hasta los sistemas de alcantarillado.
"Es necesario que todo cambie, para que todo se quede como está."
ResponderEliminarO traducido, España, no tiene solución.
En efecto, aquí la inmovilidad no garantiza nada.
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