La exposición cierra el próximo día 10. Nos hemos acercado tarde por dos razones: porque Bonnard no nos parece especialmente interesante y, sobre todo, porque el lugar donde se exhiben sus obras no nos resulta grato, desde muchas experiencias excesivamente deslumbrantes...
El día que la visitamos, acaso por razones casuales, las salas estaban casi repletas por personas de edad avanzada (mayores de 50 años), con alguna excepción que no confirma la regla pero define las "anomalías sociológicas" del interés cultural: un anciano con dos nietos adolescentes, una señora con un joven de estética hipster y algún joven mal informado pero con voluntad firme de ser artista.
Lo más interesante de su biografía fue, a mi juicio, la vinculación con Paul Sérusier, Edouard Vuillard, Maurice Denis y Félix Vallotton; el fruto de esa unión fue el grupo nabis, que anticipó ciertos fenómenos estéticos de calado profundo en los ambientes artísticos del siglo XX. Me refiero, obviamente, a la pretensión de convertir la expresión plástica en una nueva forma de "concreción espiritual", desvinculada de los estrechos cauces de tradición cristiana para abrirse a fórmulas orientales (taoístas) y a la reinterpretación de aquellas en contexto europeo de "nueva espiritualidad"(orfismo, teosofismo, etc.). Y todo ello sin abandonar la concepción espacial tradicional, es decir, sin desbordar las barreras de la significación.
Paradójicamente, desde tan "ambiciosas pretensiones", el resultado es un tipo de pintura "muy trabajada", factor primordial del nuevo academicismo, que en todos los casos se inclina —quizás demasiado— hacia la vertiente decorativa. Las pinturas de Bonnard destacan especialmente en este sentido, para bien y para mal. Acaso los desnudos "intimistas" definan lo más interesante de su producción; son obras despersonalizadas que sólo enfatizan los rasgos sexuales con sutileza, con mesura, acaso con la voluntad de evitar territorios excesivamente prosaicos. Sólo en algunos casos, como en el ejemplo de la imagen adjunta, se desbordan esos límites, pero nunca con descaro.
En suma, una exposición adecuada para la beatería estética y, muy especialmente, para quienes tengan la voluntad de seguir mareando la perdiz con aquello de "la pintura-pintura".
El día que la visitamos, acaso por razones casuales, las salas estaban casi repletas por personas de edad avanzada (mayores de 50 años), con alguna excepción que no confirma la regla pero define las "anomalías sociológicas" del interés cultural: un anciano con dos nietos adolescentes, una señora con un joven de estética hipster y algún joven mal informado pero con voluntad firme de ser artista.
Mujer limpiándose, 1907 |
Paradójicamente, desde tan "ambiciosas pretensiones", el resultado es un tipo de pintura "muy trabajada", factor primordial del nuevo academicismo, que en todos los casos se inclina —quizás demasiado— hacia la vertiente decorativa. Las pinturas de Bonnard destacan especialmente en este sentido, para bien y para mal. Acaso los desnudos "intimistas" definan lo más interesante de su producción; son obras despersonalizadas que sólo enfatizan los rasgos sexuales con sutileza, con mesura, acaso con la voluntad de evitar territorios excesivamente prosaicos. Sólo en algunos casos, como en el ejemplo de la imagen adjunta, se desbordan esos límites, pero nunca con descaro.
En suma, una exposición adecuada para la beatería estética y, muy especialmente, para quienes tengan la voluntad de seguir mareando la perdiz con aquello de "la pintura-pintura".
de informaciones y de perdices andamos todos con lombrices.
ResponderEliminarPor alusiones ya que soy tambien un joven mal informado,al que le gusta ver cuadros de mujeres desnudas sin sonrojarse, he de decir que ,puedo respetar cualquier opinion o gusto estetico, sin embargo no puedo aceptar que Bonnard sea un "nuevo academicista".Respecto a lo de la "pintura pintura" y tambien por alusion, y aunque ya es casi osadia recordar algo tan evidente,definitivamente deberian ser los pintores los mas cualificados para hablar de pintura.pero eso ya es un imposible , pues ya se han encargado filosofos politicos ,catedraticos de estetica y psicologos rizomaticos deconstructivistas de meternos la mano en los bolsillos y decirnos lo que tenemos que pintar y como , y asi encajar en sus delirios.al menos se llevaran el dinero de nuestros bolsillos con olor a huevos con trementina.Es lo malo de ser honoris causa y academico, el que uno se acostumbre demasiado a que algun alumni opine diferentepor temor a suspender.
ResponderEliminara cada tiempo su arte , y al arte la libertad.Hermosa frase , que por lo amplio , decorativo y maleable de su sentido , se puede usar aqui y alla como aderezo para cuando el discurso no resulta suficientemente convincente, por ejemplo para"obligar" al lector a empatizar y convencerlo.quien no defiende como lo mas alto y como precioso tesoro a la libertad? .
ResponderEliminarUna frase celebre asi , se puede usar como arma arrojadiza de nuestros gustos politicos ,religiosos ,socioeconomicos para juzgar a otros.
Leyendo el articulo, resuelvo que hay gente que me observaria y juzgaria no como persona sino solo como sujeto politico ante cualquier situacion y tendria ganas de obligarme a aclarar mi filiacion politica a la entrada de cada exposicion o evento sociocultural asi como mis creencias religiosas y poblablemente tambien , querria saber si soy rico o pobre y segun el resultado, juzgarme.Y segun eso , si hay exposiciones que parecen atraer mas a un publico predefinido como "reaccionario" ,se juzgara al artista en cuestion de servir indirectamente a interese politicos determinados.pero que culpa tiene Bonnard de todas estas etiquetas que le cuelgan?
el arte es arte en la medida en que se este comprometido politicamente? juzgaremos a los artistas no por sus virtudes de ejecucion y cualidades plasticas y esteticas , sino de filiacion politica?entonces no debe sorprendernos que le den el premio "VELAZQUEZ de artes PLASTICAS" a Isidoro Valcárcel Medina cuando no es un artista plastico sino de indole politico-conceptual.
ResponderEliminarAquí has ido buscando gresca descaradamente. No he sido el único en querer entrar al trapo por lo que veo jajaja.
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