lunes, 7 de abril de 2008

La señorita Julia

Ayer asistí a la representación que se hace en el teatro Fernán Gómez de La Señorita Julia, de August Strindberg. La dirección corresponde a Miguel Narros, responsable de muchos “montajes” interesantes… Y creo que, por encima de las carencias interpretativas, es a él a quien se debe reclamar por el “delito estético” de haber convertido una de las obras más interesantes de la literatura europea del siglo XIX en un vodevil absurdo e incomprensible. Es posible que las “peculiaridades” del escenario de ese teatro, tantas veces criticado por ello, tengan mucho que ver en la configuración de la escenografía… Pero ello no exime de las responsabilidades correspondientes al director y a quien haya colaborado con él en los aspectos “subterráneos” del espectáculo.


El argumento de la obra, las consecuencias dramáticas de la “explosión vital” de la señorita Julia, en un ambiente social dominado por las circunstancias culturales (entendido este término en sentido amplio) del “Antiguo Régimen”, en el escenario del teatro Fernán Gómez, se convierte en una memez “feminista” difícil de entender y desprovista de los matices obsesivos de Strindberg... Me hubiera gustado hablar de la relación que Strindberg mantuvo con Munch, de las preocupaciones coincidentes de ambos, de sus obsesiones sexuales, de la aparición de unos valores aún condicionados por la herencia de Nietzsche... que preludiaban la sistematización de Freud. Me hubiera gustado hablar de creencias y realidades, de lo natural y lo social, del rencor y la ingenuidad, de Eros y Thanatos... pero desde lo que se ve en la función, mejor lo dejamos para momento más oportuno. Una pena, una verdadera pena.
Y para ofrecer una propuesta constructiva, recomiendo al lector la versión cinematográfica que hizo en 1950 Alf Sjöberg...

2 comentarios:

  1. Aiss, qué cabezones sóis los de Otero...

    Ya te dije en clase, que un amigo mío la había visto, y me contó más o menos cuál era el reparto,... Y sabía que si iba a verla iba a ser un acto de masoquismo

    Te recomiendo que veas "¡Que viene Richi!" de Larry Shue, en el teatro Alcalá, te partes el culo, es un humor tipo "La cena de los idiotas", no es nada del otro mundo, simplemente entretenida

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  2. pues vaya chasco con la obra... como pa'ir a verla... me qedare con la peli y x lo menos no me gasto el dinero en perder el tiempo... weno eso si consideras q sido una perdida de tiempo claro...

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