El palazzo del Podestà de San Gimignano conserva algunas de las pocas pinturas eróticas medievales —en sentido estricto— que han llegado a nuestros días. Fueron realizadas en torno a 1300 por Memmo di Filippuccio en la que se supone fue cámara nupcial y recoge tres imágenes o situaciones especialmente explícitas:
1. "Preparación": la mujer toca los genitales al varón,
2, Baño: el hombre y la mujer se bañan juntos en una tina.
3. Ambos se introducen en una cama de dimensiones estimables.
Aunque se han interpretado de formas diversas (iniciación sexual, representación del pecado en contraposición a la "virtud") dan idea de cuáles eran las preocupaciones de los toscanos que conformaron el substrato socio-cultural del que nació el Renacimiento y sobre todo del interés por crear representaciones "realistas" (verosímiles) que dieran testimonio de ellas.
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