domingo, 27 de diciembre de 2009

El mayo porcino de Calatrava

El sitio no puede ser más adecuado; la perspectiva ofrecida, tampoco. Gracias a la confluencia de intereses aglutinados en Caja Madrid, que ha decidido regalar a Madrid un monolito para celebrar el segundo centenario de su existencia, la capital del Estado posee un nuevo lugar para epatar a los turistas... Los gestores municipales y comunitarios han recurrido a Calatrava, acreditado arquitecto prácticamente inédito en la capital del Estado, pero muy conocido en Berlín, donde aún se ríen de su demanda contra Norman Foster; en Bilbao, donde aún se acuerdan de su madre cada vez que llueve, en Venecia... donde algunos se acuerdan del señor Nobel... Se dice que algunos actores son reconocidos más por las películas que no hicieron; acaso debieran aplicárselo los arquitectos de reconocida solvencia. ¿Qué necesidad tiene Calatrava de meterse en proyectos estúpidos, cuando le acredita una carrera magistral? La crisis justifica cualquier cosa.
Emulando a Vera en sus "lecciones de arte por la cara", intentaré ofrecer una explicación sobre el sentido del monumental monolito u obelisco, que en este detalle los eruditos no acaban de ponerse de acuerdo, a partir de los datos proporcionados por la obra, su entorno y las circunstancias culturales.


Mi vida ha estado vinculada a la plaza de Castilla durante dos épocas escasamente separadas en el tiempo: mientras trabajé en la construcción del Instituto Nacional de Estadística (no quiero recordar cuántos años hace) y cuando, asimismo, mi esfuerzo profesional se concentró en un edificio de historia surrealista, el Centro de Clasificación Postal de la Estación de Chamartín... Tuve que cruzar la plaza muchas veces y desde entonces guardo recuerdos poco agradables del lugar, porque es inhóspito por gélido en invierno y aún más inhóspito en verano. Desde entonces, el lugar ha sido remodelado unas cuantas veces y han cambiado los edificios limítrofes: se construyeron los juzgados, el intercambiador (mil veces remodelado), las torres Kio, también se remodeló el INE... Pero a pesar de loas mutaciones, en la plaza de Castilla continúan algunos de sus elementos más negativos desde el punto de vista de mi criterio estético-urbanístico: el depósito, que contemplado aisladamente acaso resulte agradable, el monumento a Calvo Sotelo y los límites semi-integrados de las antiguas instalaciones del Canal de Isabel II, convertidas en foro de actividades culturales muy irregulares. Nunca entendí que la silueta anacrónica del depósito siguiera condicionando de modo tan decisivo el aspecto de la plaza... ¿No se le ha ocurrido a nadie cómo integrarlo en el ambiente circundante?. Y el solar (jardines) del Canal de Isabel II... ¿No se podría abrir al público en su integridad para crear una zona de recreo que modifique el actual carácter deshumanizado y de paso?
A esos elementos, sensiblemente invariables mirando hacia el sur, por el norte se han añadido recientemente las siluetas de las cuatro torres levantadas gracias a una de las maniobras especulativas y futboleras más espectaculares de la historia de Occidente. Todo sea por el fútbol galáctico


Elementos iconográficos

Los he mencionado casi todos: sobre un paso subterráneo para automóviles, que orada la plaza, dando continuidad al eje definido por el monumento a Calvo Sotelo (obra del escultor Carlos Ferreira y del arquitecto Manuel Manzano Monís), se alinea el "monolito" de Calatrava, esbelto y dorado, donde antes había una fuente con anillo de jardinería. Custodian el conjunto, las torres KIO, de manifiesta alineación posmoderna (permítaseme la broma), el edificio de los juzgados, de concepción arquitectónica discreta, el antiguo depósito de agua, rebajado a la categoría de soporte publicitario; al fondo, los cuatro rascacielos construidos sobre las antiguas instalaciones deportivas del Real Madrid.
Para restar aún más protagonismo al emblema franquista que transformó a Calvo Sotelo en protomártir, durante estos días, los estetas municipales han colocado una pirámide navideña... Y sobre todo ello aparece el mástil de Calatrava, dorado, enhiesto, inmóvil, como si estuviera preparado para sujetar una bandera gigantesca, un jamón o un pollo. Dicen que se moverá...


Análisis iconológico de un proceso en continua transformación.

Mediante la Iconología, Panofsky pretendía encontrar los significados "ocultos" que laten o subyacen en las obras de arte (símbolos, alegorías, referencias inconscientes, etc.)...
El monumento de Calvo Sotelo, según criterios estéticos orsianos, completaba el programa iconográfico fascista, que aún sazona el eje viario más importante de Madrid y que tiene otro punto capital frente al Museo del Prado. Fue inaugurado el 13 de julio de 1960 y desde entonces , determinaba el eje referencial de la Castellana, en su parte más alta. Y digo "determinaba" porque desde hace algunos años, gracias a la esencialidad de la estructura económica española, su protagonismo cedió en beneficio de las torres KIO, quintaesencia de la arquitectura posmoderna, y venganza roja frente a la voluntad franquista, porque Philip Johnson pergeñó el proyecto a partir de un dibujo de Aleksandr Mijáilovich Ródchenko... Todo un símbolo: los potentados árabes, los arquitectos americanos y los vanguardistas soviéticos se ponen de acuerdo para empequeñecer la imagen histórica de uno de los emblemas más sagrados de la mitología franquista.
Había que resolver tan insólito desorden y, muy probablemente, a los ideólogos próximos a nuestras autoridades actuales, se les ocurrió una jugada magistral: recurrir a Calatrava, progresivamente alejado de la sensibilidad social, para reconducir la situación. La idea básica, tal y como ya se puede percibir es simple: crear un hito que acentúe y acelere la "tensionalidad" vertical del monumento a Calvo Sotelo.
Una vez colocado el mayo de Calatrava, la visión del conjunto adquiere una configuración nueva. El obelisco de Calvo Sotelo, como la Granada nazarí, ha dejado de estar sojuzgado por las torres inclinadas patrocinadas por-el-capital-kuwaití e influidas por la "lógica desviada" de un-creador-americano-alejado-de-sus-funciones-por-la-molicie-soviética, para ser elevado a una dimensión de sublimación acrecentada por el movimiento helicoidal, que refuerza su naturalidad fálica con matices sumamente convenientes, porque cuando el mayo se mueva como está concebido, adquirirá la forma de la verga de un cerdo...


Seguramente, algunas de estas observaciones discrepen radicalmente de las intenciones conscientes de quienes han tomado las decisiones políticas, administrativas y creativas... Pero las circunstancias históricas y estéticas se suelen imponer sobre la voluntad de los mecenas. Julio Carlo Argán dixit. Gracias a la confluencia de múltiples factores incontrolables, la plaza de Castilla se ha convertido en crisol de múltiples flujos culturales estrechamente relacionados con la historia reciente y lejana de España...
Cuentan que el 21 de octubre de 2004, cuando Albertosis I, el Grande, anunció la remodelación de la Plaza de Castilla, preguntado por la suerte del monumento a Calvo Sotelo, respondió que dependería de cómo casara con la estética de la nueva plaza... ¡Qué radical!


2 comentarios:

  1. No aguanto a Calatrava y esto me parece no ya un chiste, sino un ensañamiento con nuestra ya maltrecha ciudad.

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  2. http://es.wikipedia.org/wiki/Columna_del_infinito

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