Como es habitual, no hubo (o no percibí) pregunta alguna sobre cuestiones artísticas o estéticas...
Ante otra pregunta sobre qué hacer con los alumnos conflictivos, que no desean estudiar y alteran el desarrollo de las clases, el ministro respondió de modo especialmente llamativo:
"Creo en medidas educativas, no en las expulsiones. En algunos lugares cuando hay un conflicto se resuelven incluso con alumnos y padres, no se puede dejar a los profesores solos. Se educa en comunidad. Esos comités no tienen por qué ser disciplinarios, sino de convivencia. Hay un capítulo entero en el pacto dedicado a la convivencia. Esas cosas tienen buenos efectos".
Sí, señor. Así es como se resuelven todos los problemas, cambiando el nombre de las cosas.
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Lo tenemos crudo.
¿Alguna persona de las que preguntaban ha sacado algo en claro? Hablamos de la figura del maestro, y sí, claro que sí, hay que reforzar la figura del maestro y no solo hablar mal de ellos y luego respecto a su autoridad él no cree en las expulsiones, sino en la educación, qué bonito suena. Pero me pregunto yo por la motivación y las ganas de enseñar, la ilusión por su trabajo, de un profesor que cada día vaya a clase a encontrarse a unos cuantos energúmenos que van a clase para insultarle, tirarle objetos, amenazarle, bajarle los pantalones, cuando no cosas más graves, y que encima le dicen que hay que creer en la educación, que es problema de todos, y de nada sirve la expulsión. Se habla todo el rato del alumno y sus derechos, pero se olvida de que quien quiere derechos tiene que cumplir unos deberes y unas normas básicas.
ResponderEliminarEl retraso de la jubilación está motivada por el aprovechamiento del talento de la persona, ja.
¿Estimular el esfuerzo trabajando la idea universitaria en el colegio? Un alumno que suspende cuatro asignaturas, supuestamente necesarias, no puede ser que lleve bien todas las asignaturas del siguiente curso, al menos, no todas. La idea universitaria es que aunque le quede una pueda seguir cursando materias de cursos posteriores que no exigieran aprobar la del curso anterior.
"¿Cuándo los colegios públicos tendrán las instalaciones de los privados?", preguntaba un oyente. "Hay que tener en cuenta que la educación es un bien público y cuando se hizo los colegios concertados fue por esto, para garantizar el acceso gratuito de todos". Pero...¿cuándo los colegios públicos tendrán las mismas instalaciones y beneficios de los privados?
En fin, me parece otra charla llena de tenemos que, y de buenas palabras como convivencia, educación, esfuerzo, pacto y más pacto, etc, pero poca respuesta clara.
Por ejercer de abogado del diablo... A veces deberíamos tener presentes que los profesores deben superar ciertos problemas personales o incapacidades psicológicas antes de ponerse a dar clase. Algunos deberían plantearse si son capaces de aguantar según qué situaciones, o si son capaces de representar una figura de autoridad...
ResponderEliminarAunque bien es cierto que de un tiempo a esta parte la situación escolar es alarmante, la medidas propuestas por los socialistas son en mi opinión propias de la época de la transición, parecen no darse cuenta de que esa época pasó hace ya algún tiempo, y que la sociedad ha evolucionado por unos senderos que no pueden controlar con sus medios de pseudo izquierda, y que ellos mismos deben adaptarse a la situación de un país que no conocen en absoluto.
Pero hay padres que piden ayuda porque sus hijos les amenazan con denunciarles si les dan un azote, y profesores atados de pies y manos por los padres de sus alumnos y la dirección del centro que no tiene que aguantar vejaciones directas del chavalín, agresiones físicas y psicológicas, y bueno...busquemos en youtube qué pasa en algunas aulas, porque esos chavalines están bien orgullosos de lo que hacen, y es fácil verlo si te metes en su mundo. Los padres no se creen o no quieren creer esas cosas de sus hijos. Nadie puede mantener la autoridad en ciertas ocasiones, y el alumno no es fuerte él solo, siempre tiene a su grupo detrás, su clase, o sus amigos.
ResponderEliminarPone los pelos de punta ver a veces cómo se comportan y verles explicar por qué lo hacen o qué quieren. Y darse cuenta cómo está el asunto y lo difícil que puede ser ayudar a un alumno así. También es de echarse a temblar ver llorar a adultos que de verdad tenían ilusión por enseñar, y ya sólo quieren protegerse, se les hunden los ideales y su visión del mundo por completo.
Como dices, hay medidas que suenan muy bien para cuando fuerana eficaces, pero ya no. Hay que llevarlas a cabo de otra forma.
Claro, por eso he dicho que iba a ejercer de abogado del diablo...
ResponderEliminarSalud