domingo, 31 de octubre de 2010

El paisajismo americano en la Fundación Juan March

Dentro de los modos habituales, la Fundación Juan March expone "Los paisajes americanos de Asher B. Durand (1796-1886)". Tiene todo lo necesario para convertirse en un evento de gran éxito popular. Pinturas de grata contemplación, bien construidas y armonizadas, paisajes bien elegidos, gradaciones lumínicas y cromáticas resueltas con precisión de laboratorio, detallismo de buril... hermosos marcos dorados. Con gusto me hubiera llevado cualquiera para colocarla en el salón...
"Esto sí es bueno", decía un hombre alto, de cabellos agrisados y con chubasquero azul abierto, a su pareja...

Tengo debilidad por el paisajismo del siglo XIX, se me abren las carnes con el paisajismo holandés, belga y británico; hasta me eriza el vello algún maestro francés. Pero, sobre todo, me encantan las pinturas de Haes... Cuando clausuraron en el Museo del Prado la exposición que le dedicaron hace 8 años, sentí pena e impotencia. Esperaremos hasta que algún banco modifique sus estrategias cosméticas y de mecenazgo desinteresado, y en lugar de ofrecernos pinturas "académicas" de la escuela del río Hudson, financie otra exposición de Haes o de alguno de sus seguidores. Sería esperpéntico reconocer la calidad del paisajismo europeo del XIX como un antecedente de la "maravillosa pintura académica norteamericana". El servilismo estético proyectado hacia el pasado, me irrita.

2 comentarios:

  1. Consecuencia del comentario, espero poder asistir a la exposición en breve, sinceramente, me parece muy curioso a la par que entretenido analizar la atracción de obras tan equilibradas, estructuradas... su efecto sobre los individuos, espero encontrar en la exposición seres que están altamente motivados por sentirse seguros, protegidos, y por supuesto no salirse de la norma.
    Ya os contaré si encuentro exactamente esto como espero...

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  2. Por fin he podido ir a la exposición, con gran curiosidad acerca del tipo de gente que uno puede encontrar en una exposición con obras de este tipo.
    Personalmente, en terminos de placer, dicha exposición (como esperaba) me produjo poco, ya que a mí, la pintura tan estructurada, terapeútica, equilibrada, moderada, en fin, el estilo de la escuela del Rio Hudson, la finalidad de demostrar la obra de Dios, no me atrae exactamente, me resulta demasiado aburrido y casi empalagoso. Sin duda es una gran obra, muy trabajada y de gran calidad, pero para mí generada en una época y para una época o mentalidad.
    A diferencia de la exposición de Turner, en la que estuve en verano en el museo del Prado, obviamente nada que ver...sin duda prefiero los paisajes belgas, holandeses o ingleses, ya que ya sea por los colores más impresionistas, la pincelada...no me resultan empalagosos sino más frescos y estimulantes, y no creo que sea la única ya que en una exposición en la que había que pagar la entrada(creo que 10 euros), las colas para acceder eran altas y la gente parecía de distintas edades, gustos, ....
    Era muy común en la exposición de Durand, ver a las personas asistentes (la mayor parte de ellas acercándose a la tercera edad) cercanas al cuadro para analizar con detalle los detalles de la pintura...lamento decir que para mí lo importante de la obra es la primera impresión, luego es normal sentir atracción o curiosidad por los detalles técnicos, pero si eso es lo principal, poco te inspira el cuadro... Espero ir en breve a la Fundación Mapre...algo me indica que los asistentes no serán del mismo tipo, y no sólo por las distintas ubicaciones de las salas...
    Un saludo

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