jueves, 14 de octubre de 2010

La retórica de Banksy

Hace tiempo un amigo me preguntó si no apreciaba contradicción dentro de mis propias estructuras de juicio estético. Se refería a que, como ya he indicado en alguna otra ocasión y en contundente oposición a ciertos mandarines de la gestión estética, el "graffiti" me parece un "epifenómeno estético" propio de jóvenes socialmente inmaduros (por decirlo de manera suave); y al mismo tiempo, se me abren las carnes con Banksy...
Lo incomprensible está en que alguien coloque en la misma "casilla" a esos "artistas urbanos" y al "fenómeno" Banksy, acaso para autoconstruirse imagen de "modernidad" o para no parecer carca, como seguramente le sugieren a Albertosis I, el grande, sus muy ilustres consejeros. Gracias a la indolencia de unos y la estupidez de otros, son legión quienes creen que, a falta de Banksy, Madrid ofrece imagen de ciudad "moderna" gracias a la capacidad "creadora" de quienes, como los gatos callejeros, se empecinan en dejar sus excrementos "sígnicos" por todas partes.



Y sin embargo... cuantas más cosas conozco de Banksy, más se me oxigenas las neuronas. Para fundamentar ese juicio, ofrezco al lector la "entradilla" que tantos quebraderos de cabeza ha dado a los gestores de la Fox, que seguramente desaparecerá pronto de Youtube (aunque seguirán colgándola de otro modo), y algunas otras de la actual "página oficial"; entre éstas he elegido la que orienta la autoría de la de San Sebastián, otra que ofrece juicios afines a la última secuencia de La chaqueta metálica y la de los monos, especialmente sintonizada con el sentir de muchos...
Son tan elocuentes, que excusan mi parquedad.



La de los Simpsons no puede ser más oportuna, especialmente, entre nosotros... Las autoridades económicas ("el mercado") suspiran por convertir la globalización en un marco social idéntico al reflejado por Banksy en "la factoría oriental de la Fox". Hoy mismo, cierto personaje de peculiar sociabilidad, que representa a los empresarios españoles, insistía en imponer a "todos" trabajar más y cobrar menos. Seguramente, él también cubriría con cadenas al Unicornio para reducir costes. Majestuosa figura retórica...

3 comentarios:

  1. Calificar el grafitti como epifenómeno estético me parece demasiado... Es otra clase de epifenómeno... no se ahora cual.

    Y lo de Banksy es otro tema. Que el tipo elija paredes no tiene nada que ver con el grafiteo. ¿Como osa alguno sugerirte tal contradicción?

    Flipo

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  2. ¡Enorme!
    Respecto a los gatos callejeros, empiezan a ser bien pagados. Yo por lo menos estoy empezando a hartarme de los grafittis-publicidad por mi barrio.
    ¡Joder! ya anuncian galletitas saladas hasta en el muro del conservatorio Amaniel en forma de "epifenómeno estético" urbano.

    Por cierto, ¿has visto ya Exit Through the Gift Shop?

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  3. Para Vera: hay genta "pa tó". El año pasado en aquella iniciativa en la que te atraqué, también participó un grafitero de los que financian los ayuntamientos del sur y sus explicaciones fueron muy interesantes... En el breve texto he intentado reflejar mis conclusiones.
    Para Javier: sí, claro. Como cine, son mucho mejores las cosas de Boamistura, naturalmente. Y las de algunoa amigos, ¡por supuesto!

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