Por Ana María Gómez
Dicen que ésta es la muestra de arte contemporáneo más completa que ha exhibido la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en los 100 últimos años…. Siempre es grato ver reunidos un grupo ecléctico de autores desde, un grabado de Dalí, hasta obras sin título de Rafael Canogar, pasando por contemporáneos como Fontcuberta y otros autores que vuelven a ser actualidad. -¿Y qué me voy a encontrar en esta exposición?, se preguntará el futuro espectador de la misma….-Pues no innumerables salas cargadas de obras, sino una muestra pequeñita contenida apenas en tres salitas, que se ve cómodamente y con rapidez, (para los que vais con niños, suceso éste cada vez más extraño en nuestros días). No han faltado autores “modernos” que se atreven con temas como “falo” de Bonifacio, (¡obra de 1933!) tratado con una sutileza y ambigüedad que lo hace inteligente. No obstante, siempre me he preguntado qué quieren transmitir los artistas que le otorgan tanto protagonismo a este tema, como Miquel Navarro, tan vinculado precisamente al Academia de Bellas Artes de san Fernando (sustituyó la vacante que dejó Juan de Avalos en el 2008).
De este muestra extraña que tan explícitamente como se explica la vida de Juana Mordó, no se comente nada de Helga Alvear, puesto que ambas han sido galeristas, pioneras en la difusión de la vanguardia española. Es cierto que Helga Alvear cogió el testigo de Juana Mordó tras su fallecimiento, pero también que es una de las galeristas contemporáneas que marca tendencia en el panorama artístico español, calificado “de vanguardia”. En su galería está Santiago Sierra, Helena Almeida, etc. ¿nos suenan?.
Helga de Alvear (alemana casada con arquitecto cordobés), ha tardado 30 años en formar una colección que rechazada por otros como por ejemplo el Reina Sofía, se la ha calificado como una de las mejores de Europa en su género. Finalmente en Cáceres, ha encontrado una fundación y un espacio expositivo propio. ¿Por qué?. Helga de Alvear, estuvo en ARCO hace dos años con su propia colección (no hablamos de los artistas de su galería como Santiago Sierra, o Helena Almeida, “auténticos desconocidos como se puede ver”….) y se la tachó de querer presumir….y bien, el mundo del arte es pues un Reality Show ¿éste le dijo a quien y esto otro se le respondió?....Hay mucho dinero en juego, mucha cultura y mucha dignidad en tela de juicio que se deberían gestionar de otra manera….¿No resulta muchísimo más seductor alguien lleno de talento, pero modesto a la vez, o un trabajo bien hecho pero íntegro al mismo tiempo?. Por favor allá donde sea posible, llevemos honestidad y calidad en nuestra profesión si no queremos que el mundo del Arte se devalúe. Y por su puesto, no olvidemos cobrar después (en euros por favor), porque el detalle salarial marca la diferencia entre el “amateur” y el profesional.
Matías Quetglas, Retrato de Ana,. Ciudadela Menorca, 1946. Técnica mixta sobre papel. |
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