Por Juan Fandiño
Desde hace unos años existe un intenso debate sobre si los videojuegos deberían ser considerados arte o no. Es cierto que en este campo existen numerosos géneros y estilos, algunos con fines más comerciales que se limitan al entretenimiento y otros que se podrían denominar de autor, con una tirada comercial mucho más reducida y poco conocidos entre el público casual en los que se pretende transmitir historias o sensaciones y que no son creados con el fin de entretener, sino de hacer pensar. De hecho últimamente no es difícil apreciar en algunos de ellos (pocos, pero algunos) claras referencias a libros, películas e incluso obras de arte. Por desgracia, este tipo de videojuegos “alternativos” siempre quedan en segundo plano y se les suele dar más importancia a las sagas comerciales en las que se invierten grandes cantidades de dinero.
Parece que en el MOMA tienen clara su opinión al respecto ya que han decidido crear una exposición permanente en la que pretenden mostrar cuarenta videojuegos que han marcado un antes y un después en la historia de éstos, asemejándose más a lo que sería un repaso de la historia de los videojuegos más que a mostrar títulos que sí son considerados obras de arte por muchos sectores. A día de hoy solamente cuentan con catorce títulos pero los comisarios pretenden ampliar la colección y mostrar además elementos de diseño conceptual y desarrollo de los juegos allí mostrados. La inauguración de la exposición tendrá lugar en marzo de 2013 en la sección de las galerías Johnson y según afirman, pretenden mostrar ejemplos destacados de diseño e interacción además de ser una de las más importantes expresiones del diseño creativo contemporáneo.
Como consumidor de videojuegos que soy puedo afirmar que los juegos que mostrarán, salvo un par de excepciones, no los consideraría obras de arte ni mucho menos ya que solamente se trata de iconos del mundo de los videojuegos, lo que a mi parecer no les convierte en obras de arte. Quedan fuera del catálogo grandes títulos como Journey, ICO, Shadow of the Colossus, Okami o el gran número de títulos independientes que están surgiendo últimamente en plataformas de venta digital de videojuegos como Steam que sí que están considerados como obras de arte por muchos medios.
No obstante, me parece una gran iniciativa para mostrar los videojuegos como algo más que un mero entretenimiento para jóvenes y adultos.
Indiegame the movie es una buena manera de comprender todo esto, sobre todo la última parte de tu entrada
ResponderEliminarExacto. A los que estén interesados en el tema les recomiendo el documental Indie Game: The Movie que sigue el proceso de desarrollo de varios juegos creados por desarrolladoras independientes compuestas por grupos de dos personas como mucho. Como bien dice Javier allí se puede apreciar otro punto de vista sobre el tema.
EliminarComo consumidora de juegos que soy yo también, creo que muchísimos videojuegos ofrecen un alto nivel estético que los hacen obras de arte y me parece genial que lo reconozcan como tal.
ResponderEliminarLa gente en general hoy en día, se fija mucho en los escenarios, fondos, pantallas, gráficos...eso es arte como cualquier otra cosa. Incluso en mi opinión, eso es mucho más difícil de realizar por ser en 3D. Pero si la exposición que va a hacer el Moma va a incluir juegos más antiguos que quizás son más simples y lo hacen como bien dices porque solo representan iconos, pues también me parece bien.
Los iconos que siempre han funcionado los han explotado para hacer arte, mirar a Marilyn por ejemplo.
Yo no los considero obras de arte...Pero si hay que reconocer que cada vez hay videojuegos de mayor calidad.
ResponderEliminarSaludos
Natalia