Tras el incidente de Sevilla, el señor Wert deduce que es urgente la reforma educativa. ¡Estoy de acuerdo! ¿Para educar a los jóvenes o para reeducar al señor Wert? Mucho me temo que éste aún no ha comprendido la diferencia que existe entre intercambiar opiniones civilizadamente —todas las opiniones son respetables— y razonar. Es muy frecuente —como muchos "colegas" de la clase política, el señor Wert lo hace a menudo— contraponer a la argumentación razonada el sacrosanto principio de legalidad, que, de hecho, es trágala chusquero.
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