El
asunto Tindaya, la pretensión de crear un polo de atracción turística, con forma de obra de arte póstuma, aún colea. Y por si cupiera alguna duda sobre su naturaleza, reverdece el enfrentamiento entre los grupos ecologistas (Ecologistas en Acción) y casi todos los magnates de Canarias y, por supuesto, los de Fuenteventura. Hace un mes, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias consideró que la montaña Tindaya, por sus valores arqueológicos, tenía méritos para ser considerada Bien de Interés Cultural y ello supone un nuevo inconveniente para los planes ralentizados durante muchos años para excavar en su interior un "templo laico" (o centro cósmico) de 50 x 50 x 50 m. Sin embargo, algunas autoridades ya han expresado su intención de buscar el modo de conciliar esa naturaleza con las pretensiones iniciales; y hasta han calculado la cantidad necesaria para lanzar el proyecto: 75 millones de euros…
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Fuente: elcomercio |
En el fondo late el dilema de si, al amparo de la coartada estético-cósmica, merece la pena reforzar las infraestructuras turísticas o si, por el contrario, es mejor dejar las cosas como están. Y en este caso, aunque el cuerpo me pide ponerme del lado de los “ecologistas”, reconozco que, si no se comprometieran recursos públicos, apostar por iniciativas como ésta tiene mucho sentido en un país ruin y empobrecido. Por desgracia, el asunto desprende tufos inquietantes porque no creo que con 75 millones de euros se pueda hacer lo que proponía Chillida ni por asomo.
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