Por Irme
El museo de La Real Academia de San Fernando se ha llenado estos últimos días de público hasta el punto en el que, actualmente, hay salas cerradas debido a la falta de personal de seguridad para su puesta en funcionamiento. La causa no es una sorprendente y renovada campaña de publicidad ni una anexión a alguno de los grandes museos; tras la poca acogida de la exposición sobre Mengs (de pago aparte), han llegado cuatro obras del videoartísta Bill Viola.
Todas ellas podemos verlas en la primera planta; según entramos, encontramos en la capilla, ''la Dolorosa'', seguida de ''Montaña Silenciosa''. Más adelante y mezclado con la exposición de Goya, dos pantallas muestran ''Rendición'' y más alejada y difícil de encontrar vemos al ''Quinteto de los silenciosos''.
La prensa anuncia que estas obras dialogan con las obras colindantes de la exposición permanente, pero todo el mundo se agolpaba alrededor de las obras de Viola e impedían tal dialogo; las obras de Zurbarán, Goya o Ribera parecían querer hablar pidiendo atención, como si tuvieran envidia del nuevo orden del Arte, de la compañía de la tecnología que ha dotado de movimiento y vida a estas imágenes aparentemente barrocas.
Los de primeriza visita observaban atentamente en todas las plantas del museo, como niños descubriendo lugares nuevos. De las veces que he ido a visitar el museo, ha sido la que más lleno estaba sin duda. En algunos casos (puedo decir por los comentarios escuchados en la sala) para mucha gente ha sido un descubrimiento como museo, y se han percatado de que en la Academia hay muchas obras de gran calidad.
Me alegró y mucho la noticia, y tras ver en primera persona la aceptación del público de esta institución "desconocida", estoy mas contenta aún.
Se intentará, si el dinero lo permite, ir al Teatro Real a ver la representación de Wagner, en la que Viola colabora.
Todas ellas podemos verlas en la primera planta; según entramos, encontramos en la capilla, ''la Dolorosa'', seguida de ''Montaña Silenciosa''. Más adelante y mezclado con la exposición de Goya, dos pantallas muestran ''Rendición'' y más alejada y difícil de encontrar vemos al ''Quinteto de los silenciosos''.
La prensa anuncia que estas obras dialogan con las obras colindantes de la exposición permanente, pero todo el mundo se agolpaba alrededor de las obras de Viola e impedían tal dialogo; las obras de Zurbarán, Goya o Ribera parecían querer hablar pidiendo atención, como si tuvieran envidia del nuevo orden del Arte, de la compañía de la tecnología que ha dotado de movimiento y vida a estas imágenes aparentemente barrocas.
Los de primeriza visita observaban atentamente en todas las plantas del museo, como niños descubriendo lugares nuevos. De las veces que he ido a visitar el museo, ha sido la que más lleno estaba sin duda. En algunos casos (puedo decir por los comentarios escuchados en la sala) para mucha gente ha sido un descubrimiento como museo, y se han percatado de que en la Academia hay muchas obras de gran calidad.
Me alegró y mucho la noticia, y tras ver en primera persona la aceptación del público de esta institución "desconocida", estoy mas contenta aún.
Se intentará, si el dinero lo permite, ir al Teatro Real a ver la representación de Wagner, en la que Viola colabora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario