domingo, 23 de enero de 2011

Dorit Margreiter en el Reina Sofía


Esta mañana, mientras recorría la exposición de Dorit Margreiter en el Reina Sofía, recordaba que un amigo (Arturo) me había enviado la referencia a un artículo de Bea Espejo con título indagatorio: "¿Existe el arte español fuera de España?" 
La respuesta de Bea era, lógicamente, deprimente; y los horizontes más negros que el alma de Lucifer.  Si el gobierno del PSOE se ha distinguido por la ineficacia general, los dignatarios del PP ya han adelantando que, en lugar de hacer operativa la actual estructura (Sociedad Estatal de Acción Cultural), pretenden concentrar los esfuerzos de promoción exterior en el Instituto Cervantes... 
El artículo destacaba algunos factores de esa situación, a mi juicio, con escasa perspicacia, puesto que otorgaba gran importancia al  tradicional "complejo de inferioridad estética" , que se advierte en toda la acción institucional emanada desde el Ministerio de cultura, que estaría en el fondo de algunas situaciones indeseables como la gestión discutible del Reina Sofía, especialmente inoperante en el apoyo a la creación estética española.
El mismo día Dan Cameron publicaba un artículo de título más explícito: "La "trampa" del arte español". En él acotaba algunas de las torpezas más recalcitrantes de la gestión cultural española en la vertiente exterior. Contando con un arte que no es peor ni mejor que el de nuestros vecinos, exponía:
"La triste verdad es que el arte español contemporáneo no tiene una presencia significativa en el exterior y creo que gran parte de la responsabilidad recae en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Desde finales de los ochenta, es evidente que las prioridades sobre cómo gastar el presupuesto para promover el arte español en el extranjero se han confundido terriblemente. Desde los millones de pesetas que se perdieron en las exposiciones individuales de artistas españoles en el CAPC de Burdeos, hasta la perezosa lista de artistas españoles presentada en 2003 el PS1 de Nueva York de la mano del fallecido Harald Szeemann, quien no tenía absolutamente ningún interés por el arte español. En lugar de trabajar en colaboración con otros comisarios e instituciones en el exterior, para entablar lazos y conexiones, el Ministerio ha tratado, repetidamente, de comprar “el gran momento” con gestos ostentosos que no ayudan a nadie y que han dañado la reputación del arte realizado en España (del proyecto en el PS1 se burlaron, ampliamente, en la prensa local)".
Y culminaba advirtiendo el escaso interés institucional por activar la curiosidad de los comisarios de amplio recorrido, entre los que se encuentra el propio Dan Cameron, por el arte español.
¿La exposición de Dorit Margreiter? De nuevo, me he preguntado si en España no existen personas con propuestas estéticas de calidad netamente superior a la de quienes exponen en el Reina Sofía...  Porque aunque suene a petulancia y el juicio estético tenga mucho de subjetivo, yo podría presentar una legión de creadores de cualidades comparables y, además, con currículo más brillante. ¿Se va a dedicar el Reina Sofía a engordar el currículo de creadores no españoles para acreditar vocación internacional? ¿Existe algún pacto con Werner Faymann?
El texto del tríptico sirve, entre otras muchas cosas, para saber lo que significa el término "descripción" y para establecer referencias simbólicas, metafísicas y metafóricas entre sus esculturas "móviles" y sus propias películas (imágenes, asimismo, "móviles"). Supongo que no se le escapa al lector el complejo juego estético que ello comporta...

4 comentarios:

  1. ESTOY HASTA LOS COJONES,
    Personas que intentamos aprender artisticamente, que se cuece en nuestro entorno, en nuestro mundo, en nuestro pais,
    no podemos por impedimientos mas que grandes, por impedimentos de nuestro mismo país,
    Quizás es la manera de agradecernos nuestra ansia de cultura, tan peligrosa para algunos, quizás quieren marearnos con exposiciones extraterritoriales para solo quizás, no emerja ningún movimiento español, porque en este mundo del arte, no es mejor la calidad, sino que el marketing, DESDE EL PUTO POP-ART la publicidad y el arte han ido de la mano, y ya sabemos quienes son los reyes del MARKETING Y PORQUE, El señor que se le lució la calva al pensar que como podía controlar a masas perdidas por el dolor de la guerra, podría también meterse en sus vidas internas y desprenderles cualquier tipo de criterio propio, y fulminando sus neuronas cual naranja mecánica, ha creado la publicidad, mas enfermiza del mundo, te hacen creer que tu vida diaria les pertenece y saben lo mejor para ti,
    solo digo una cosa leamos mucho para LUCHAR con sus mismos métodos.

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  2. No seas tan exagerado... La disociación entre el arte oficial y el arte real es asunto común desde, al menos, el siglo XIX. Y creo que no existe fórmula para evitarlo. No obstante, las cosas se pueden hacer mejor o un poco mejor y, en la actualidad, acaso se pudieran hacer mucho mejor, sin grandes esfuerzos presupuestarios. Sin ir más lejos, en España exsiten algunas referencias interesantes.

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  3. Hay que exagerar las cosas, igual que políticos, gobernadores etcétera, usan a los publicistas para vender la moto con vestimentas, yo creo que puedo desmantelar la moto, con exageraciones opuestas, simplemente es la ley de la compensación, ellos escupen palabras absurdas para poder venderse, yo escupo palabras absurdas para que no puedan venderse.

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  4. Algo no me cuadra.
    Entiendo la argumentación de los galeristas acerca de que el arte español tiene baja visibilidad en el extranjero, que incluso en las ferias nacionales se pide al menos un 60% de artistas españoles, que los artistas españoles no están preparados, la crisis...
    Entiendo los argumentos de los artistas españoles, es complicado exponer en galerías, las galerías las mueve el amiguismo, fuera de españa te valoran por la obra y en españa por el nombre...
    Matizo que entender, no significa compartir.
    Pero con respecto a las instituciones culturales, las causas por las que no promocionan el arte español no me queda muy claro, podrían hipotéticamente hacerlo por obtener contactos, pero lo que se alega acerca de acreditar vocación internacional... ¿esto hace que sean más valoradas en el resto de países y por ello obtengan mayores beneficios(turistas, visitas a web, merchandising)? ¿o es una consecuencia de la falta de educación actual y el comentado conplejo de inferioridad?, es decir, ¿la gente qué demanda con respecto al arte? ¿es posible salir del círculo?, ¿no debería ser un plan que afectase no solo a las instituciones que exponen arte, sino tambien a las docentes?

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