Como de costumbre, las exposiciones concilian la intención promocional de la entidad promotora con las expectativas de quienes nos acercamos a los "centros culturales", Como de costumbre, permanecen los factores discutibles de esa gestión, que me irrita como diletante y me cabrea como profesional: el exceso de celo de la vigilancia en las salas, el carácter de la página web, acaso ideada para forzar la adquisición de los catálogos, y los textos "divulgativos" (¿"educativos"?) de las paredes.
Las obras elegidas de la colección Phillips (Made in USA) ofrecen una imagen resumida (¿o escurrida?) de la pintura norteamericana de la primera mitad del siglo XX, enfatizando las corrientes conservadoras, hecho que habrán agradecido los zombis estéticos que pululan por los museos de todo el mundo, pero que también pagan impuestos y tienen derecho a ser atendidos no sólo por las entidades financieras.
Algunos han dicho que la selección es pobre... Estoy de acuerdo.
Me ha hecho gracia la "capillita Rothko", donde faltaba un reclinatorio bien almohadillado, y me ha parecido contradictorio el espacio mistificador dedicado a Calder...
Estoy de acuerdo contigo acerca de las valoraciones de las exposiciones, la de pintura parece un poco "un quiero y no puedo", demasiado ambiciosa.
ResponderEliminarPero lamento remarcar que incluso acudiendo distintos días a ambas exposiciones, estas tienen distinta afluencia de público, lo que me lleva a pensar que ofrecen lo que buscan más individuos, o lo que se enseña a apreciar a más individuos, ya que en uno de los días encontré una visita escolar en la exposición "Made in USA".
Posiblemente con obras de tantas corrientes diferentes es una visita bastante didáctica o práctica, además supongo que aún hay niños que comentan a los padres los lugares que han visitado en el día...