Por Sergio García
Tras la interesante proposición de realizar una investigación, a nivel general, de la facultad de Bellas artes, me puse a ello de inmediato. Sin duda se trata de un tema muy peliagudo, pues tras mi documentación, observo que la Complutense como entidad, eclipsa y protege en gran medida a sus facultades individualizadas. Esto dificulta la búsqueda de cualquier rasgo negativo acerca de una sola facultad.
Un dato por el que podemos encontrarla con gran facilidad, es el derrumbe de techo, ocurrido, como todos bien sabemos, en el pabellón anexo, dedicado a la disciplina de la escultura. Este incidente escribió paginas enteras en periódicos como El Mundo o el ABC, así como paginas de internet, www.Madridmemata.es. En ellas, en general, únicamente se describe el acontecimiento, acompañado siempre de las “medidas” que se tomarán “de inmediato”. Dos impresiones me han sobresaltado. La primera, está relacionada con la veracidad de la información ofrecida por estos medios, en los que se afirma que el pabellón no se utilizaría, pues aparecería acordonado hasta la solución del problema. La segunda se encuentra más relacionada con un dato muy curioso, y es que no somos la primera facultad a la que le ocurre; según mi documentación, en la facultad de veterinaria, muy cercana a la nuestra, este mismo año se desprendía parte de la fachada de un quirófano dedicado a operaciones de grandes animales.
Para poder analizar esto, debemos tener en cuenta que la Universidad Complutense no es, sino la más antigua de todas las de la comunidad. Conocida como “Universidad de Madrid” en 1843, y posteriormente bautizada con el nombre que hoy sabemos, ha vivido dos guerras Mundiales y una civil. Si bien es cierto que muchos de los edificios han sido restaurados, nuestra facultad fue construida en 1978, momento desde el cual no ha sufrido ninguna gran reconstrucción. El resultado de ello, aparece publicado en webs como la mencionada con anterioridad en la que, textualmente, la describe como: “Una de las facultades peor conservadas: escaleras comidas a cachos, techos con humedades, paredes destrozadas, etc. Y en la que, por faltar, carece hasta de papel higiénico y jabón de manos en los baños”. A toda esta grafica aunque, a mi juicio, objetiva descripción, no puedo hacer sino añadir la eras glaciales acaecidas este año, durante las cuales, incluso los modelos han tenido que posar vestidos.
Por si no fuera poco, las infraestructuras no son lo único que falla en esta facultad “ideal”. Con buscar, vía Internet, un poco de información acerca de la calidad de la enseñanza y del profesorado, podemos encontrar afirmaciones como: “aprendes de los compañeros y de los pocos buenos docentes”, “un buen lugar para ir de visita”, “chungo que aprendas algo”, “desilusión ante la carencia formativa”, “perdida de tiempo” y así un largo etc.
Sin dirigir la punta de mi dedo al señor Larrañaga o a José Carillo (o al numeroso grupo de consejeros y directores que, por debajo de ellos, les ayudan a tomar sus decisiones), pues desconozco de quien es la culpa, dejo que cada uno haga sus propias interpretaciones. Cualquier alumno de esta facultad sabe perfectamente cómo funciona, tanto a nivel docente, como de infraestructura o de organización. Y no puedo cerrar este redacción sin invitaros expresamente a leer lo que pone en la página de Wikipedia de la Facultad de Bellas artes. En el apartado de “Otros servicios” encontrareis un ultimo punto que, si bien aun no he conocido, no me extrañaría nada hacerlo. Ahí lo dejo.
Tras la interesante proposición de realizar una investigación, a nivel general, de la facultad de Bellas artes, me puse a ello de inmediato. Sin duda se trata de un tema muy peliagudo, pues tras mi documentación, observo que la Complutense como entidad, eclipsa y protege en gran medida a sus facultades individualizadas. Esto dificulta la búsqueda de cualquier rasgo negativo acerca de una sola facultad.
Un dato por el que podemos encontrarla con gran facilidad, es el derrumbe de techo, ocurrido, como todos bien sabemos, en el pabellón anexo, dedicado a la disciplina de la escultura. Este incidente escribió paginas enteras en periódicos como El Mundo o el ABC, así como paginas de internet, www.Madridmemata.es. En ellas, en general, únicamente se describe el acontecimiento, acompañado siempre de las “medidas” que se tomarán “de inmediato”. Dos impresiones me han sobresaltado. La primera, está relacionada con la veracidad de la información ofrecida por estos medios, en los que se afirma que el pabellón no se utilizaría, pues aparecería acordonado hasta la solución del problema. La segunda se encuentra más relacionada con un dato muy curioso, y es que no somos la primera facultad a la que le ocurre; según mi documentación, en la facultad de veterinaria, muy cercana a la nuestra, este mismo año se desprendía parte de la fachada de un quirófano dedicado a operaciones de grandes animales.
Para poder analizar esto, debemos tener en cuenta que la Universidad Complutense no es, sino la más antigua de todas las de la comunidad. Conocida como “Universidad de Madrid” en 1843, y posteriormente bautizada con el nombre que hoy sabemos, ha vivido dos guerras Mundiales y una civil. Si bien es cierto que muchos de los edificios han sido restaurados, nuestra facultad fue construida en 1978, momento desde el cual no ha sufrido ninguna gran reconstrucción. El resultado de ello, aparece publicado en webs como la mencionada con anterioridad en la que, textualmente, la describe como: “Una de las facultades peor conservadas: escaleras comidas a cachos, techos con humedades, paredes destrozadas, etc. Y en la que, por faltar, carece hasta de papel higiénico y jabón de manos en los baños”. A toda esta grafica aunque, a mi juicio, objetiva descripción, no puedo hacer sino añadir la eras glaciales acaecidas este año, durante las cuales, incluso los modelos han tenido que posar vestidos.
Por si no fuera poco, las infraestructuras no son lo único que falla en esta facultad “ideal”. Con buscar, vía Internet, un poco de información acerca de la calidad de la enseñanza y del profesorado, podemos encontrar afirmaciones como: “aprendes de los compañeros y de los pocos buenos docentes”, “un buen lugar para ir de visita”, “chungo que aprendas algo”, “desilusión ante la carencia formativa”, “perdida de tiempo” y así un largo etc.
Sin dirigir la punta de mi dedo al señor Larrañaga o a José Carillo (o al numeroso grupo de consejeros y directores que, por debajo de ellos, les ayudan a tomar sus decisiones), pues desconozco de quien es la culpa, dejo que cada uno haga sus propias interpretaciones. Cualquier alumno de esta facultad sabe perfectamente cómo funciona, tanto a nivel docente, como de infraestructura o de organización. Y no puedo cerrar este redacción sin invitaros expresamente a leer lo que pone en la página de Wikipedia de la Facultad de Bellas artes. En el apartado de “Otros servicios” encontrareis un ultimo punto que, si bien aun no he conocido, no me extrañaría nada hacerlo. Ahí lo dejo.
¿Con cámara de tortura se refiere a la faultad entera? Seguro que hay cámaras de tortura más lujosas que la facultad, en las que pases menos frío, estén más limpias y puedas permanecer sin miedo a que se te caiga un trozo de techo en la cabeza... Si de verdad existe esa cámara deberían encerrar a unos cuantos que yo me sé ahí...
ResponderEliminarCada día descubro algo nuevo e inquietante sobre la facultad...y la verdad que es poco halagüeño.
ResponderEliminarRealmente, no entiendo, lo de que ha vivido, dos guerras mundiales, puestos a incluir guerras, que nunca sufrió, el estado español, te aconsejo que, incluyas la guerra de las galaxias, que ya que tiene seis episodios, pondrías un poco más de chicha a los acontecimientos;
ResponderEliminarVaya, ha desaparecido lo de la sala de tortura. Que cosas tiene la Wiki, ¿eh?
ResponderEliminarSobre todo, para Sergio.
ResponderEliminarTe sugiero que eches un vistazo al marco jurídico que rige sobre el funcionamiento de las universidades
(Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades)y enseguida advertirás lo compleja que es la red de responsabilidades.
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo6-2001.t1.html
En mi opinion el tono ironico o burlesco acerca de un pequeño matiz carece de importancia y muestra la erronea comprension o fallo en su redaccion. Este dato no hace sino mostrar la elevada cantidad de años que la universidad posee (y no solo la facil interpretacion remitente al estado de conservacion de la universidad) con lo que sugiera que antes de optar por la critica facil, se informe o corrija de los datos de dudosa fiabilidad.
ResponderEliminarPor otro lado, ciertamente desconozco la complejidad de dicha normativa, pero aun arriesgandome a pasar por alto multitud de datos puedo afirmar que: si comparamos la facultad con otra de la misma universidad o incluso con otras universidades, la gestion podria aparecer como uno de los parametros a mejorar. No obstante, no dudare en informarme al respecto. Muchas gracias.
marea de comasssssss
ResponderEliminar¡La universidad la hacemos todos!
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