Aunque en los ambientes especializados ya se conocían algunos detalles desde 15 días atrás, The Art Newspaper ha destapado una noticia que se pretendía silenciar hasta que se completaran los estudios en curso: la Gioconda del Prado no es la copia tardía, que "todos" suponíamos, sino algo muy diferente.
Ha bastado con medirla, analizarla mediante rayos X y limpiarla con delicadeza, para descubrir que la pintura guardaba con el original de El Louvre muchas coincidencias; tantas que, con cierta timidez, los especialistas de El Prado se han aventurado a plantear su factura en el mismísimo taller de Leonardo, aunque no por su mano sino por la de Francesco Melzi o acaso de Andrea Salai. El repinte negro eliminado habría sido añadido 200 años después de su realización...
Me pregunto cuánto tiempo pasará hasta que se retiren todos los repintes de nuestro gran museo... La lentitud del proceso puede obedecer al terror que infunden las transformaciones radicales. Yo mismo lo he experimentado: me imagino la Gioconda de El Louvre limpia y se me escapan lágrimas tan grandes como olivas... ¿Se imagina alguien el resultado de "limpiar" las pinturas negras de Goya?
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