Ha sucedido en Nápoles. En el año 2009 una empresa supuestamente especializada firmó un acuerdo con la Iglesia, el Ayuntamiento y la Soprintendenza (Ministerio de Bienes y Actividades Culturales) para restaurar la iglesia de Santa María di Portosalvo (siglo XVI) —situada en el centro— sin cobrar nada. En contrapartida, la empresa se reservaba el derecho a explotar publicitariamente los entramados de protección que recubrirían la fachada.
Los operarios de "Grandi Progetti" levantaron andamios, colocaron telones de protección y sobre ellos, grandes paneles publicitarios...
Vencido el contrato, la firma se ha embolsado las "cuotas publicitarias" (100.000 € al mes) pero según Il Giornale dell'Arte apenas han comenzado los trabajos de restauración. Y lo más curioso es que la empresa en cuestión es de los mismos "emprendedores" que habían protagonizado un escándalo similar en varias ciudades italianas años antes (desde 2007). Para mantener el tinglado les bastó con cambiar el nombre de la entidad, que en la primera versión era "Impredcost".
Foto de Il Giornale dell'Arte |
Y no les da por investigar a las empresas que contratan? Y el acuerdo simplemente era restaurar la iglesia a cambio de tener espacio para publicidad? Muy raro todo...
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