Raquel me pasa el enlace que conduce al artículo de Art Nwespaper que informa sobre los peculiares caleidoscopios ofrecidos por Yinka Shonibare en la London Art Fair. Yinka Shonibare formó parte de los Young British Artists, aquellos artistas que escandalizaron a propios y extraños en 1997, con una memorable exposición (Sensation), que ciertos "expertos" consideraron simple concesión de los creadores británicos al mundo del espectáculo, forzada por el genio mercantil de Saatchi & Saatchi.
Para adquirir uno de esos peculiares caleidoscopios, deberíamos pagar 3.000 €, que podrían parecer excesivos por un objeto polivalente tan indiscreto, si no fuera porque junto con el aparente "consolador" el comprador recibe una versión en miniatura de una reinterpretación irreverente del Nacimiento de Venus (versión Botticelli), con una figura masculina exageradamente bien dotada en sus posibilidades reproductoras aparentes.
Para adquirir uno de esos peculiares caleidoscopios, deberíamos pagar 3.000 €, que podrían parecer excesivos por un objeto polivalente tan indiscreto, si no fuera porque junto con el aparente "consolador" el comprador recibe una versión en miniatura de una reinterpretación irreverente del Nacimiento de Venus (versión Botticelli), con una figura masculina exageradamente bien dotada en sus posibilidades reproductoras aparentes.
Foto The Art Nwespaper |
Al parecer, más allá de la obvias connotaciones efervescentes de la idea, debemos interpretar la obra como "metáfora" alusiva a la cosificación del cuerpo femenino en los medios de comunicación actuales. Si lo dice Shonibare... pero a mí se me ocurren otras fórmulas más sofisticadas para explicar una obra que ofrece tantas concomitancias con el "árbol" de McCarthy. Se diría que el factor erótico, en sus facetas más prosaicas, reaparece con vigor renovado...
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