Por Saamik
Este fin de semana ha tenido lugar en Madrid el evento“Celebración del Hardware Freedom Day 2015” en Makespace Madrid. Quería aprovechar para hablaros un poco acerca de un nuevo modo de “enseñanza libre” que felizmente veo proliferar en las sociedades de todos los países. Se trata de los FabLab (FabricationLaboratory).
Los FabLab son espacioscolaborativos de producción de objetos físicos a escala personal o local. En ellos suele haber máquinas controladas por ordenadores. La particularidad de estos espacios reside el su tamaño y su fuerte vinculación con la sociedad.Realizan su actividad cone una filosofía tremendamente educativa y divulgativa relacionada con las nuevas tecnologías basada en software libre.¿Por qué software libre? Para poder compartir.
Los FabLab comparten también la filosofía de los llamados Workspace, lugares donde también se comparten conocimientos, se trabaja en modo colaborativo y se desarrollan ideas y proyectos. Su filosofía es básicamente respetar a las personas que en él participan, sus ideas y su trabajo, así como el espacio compartido, igual que los FabLab.
El Ayuntamiento de Madrid ha intentado crear un proyecto similar pero con ciertos límites que no son compartidos por los FabLab o los Workspace. Se trata de lugares como Medialab Prado. Este proyecto tiene límites que no son del todo compatibles con los FabLab o los Workspace, aunque tengan similitudes. En este espacio del Ayuntamiento, se realiza una convocatoria para un máximo de siete plazas para personas que tengan un proyecto. Si son seleccionados, se les concede el espacio, pero también tareas añadidas. Por ejemplo, los seleccionados son nombrados mediadores-investigadores. Ellos serán quienes realicen durante un año la labor de atención a los usuarios, la dinamización de grupos de trabajo, la logística de los espacios y otras labores que se detallan en la convocatoria.Todo esto de manera voluntaria a cambio del espacio. Además, deben desarrollar un proyecto de investigación en el marco de las áreas de trabajo de MedialabPrado y en conexión con el resto de las funciones.Es decir, Medialab Prado funciona gracias al el trabajo voluntario de los ciudadanos.
La realidad es que el espacio que ofrece Medialab Prado es muy limitado y no da cabida a muchos proyectos, bien por el espacio mismo, bien por las exigencias que el uso del espacio requiere ya comentado. Es por ello que están aumentando en número las inciativas como las del FabLabMakespace Madrid(http://makespacemadrid.org/). En primer lugar porque las personas que trabajan en este tipo de proyectos, no se pueden permitir ajustarse a las exigencias de horarios, espacios y fechas de entrega. Normalmente son personas que tienen trabajo y además desean seguir investigando con esta filosofía de colaboración para con la sociedad.
Otra de las diferencias del tipo de trabajo en grupo que se ofrece en Medialab Prado y el trabajo colaborativo, es por ejemplo el hecho de que en el trabajo en grupo requiere de una jerarquía en cuanto a que existe un responsable del proyecto, y por lo tanto, un líder de equipo que dirigirá el proyecto y se responsabilizará del mismo. En el trabajo colaborativo, todos los miembros del equipo tienen la misma categoría, cada uno aporta lo que considera y puede, y todas las opiniones sean del miembro que sea del equipo tienen exactamente la misma validez e importancia. Las fechas o plazos son elegidos libremente por los miembros que participan en el proyecto. Y en la práctica los proyectos no sólo salen adelante, sino que la actitud divulgativa y de colaboración enriquecen enormemente cada proyecto y cada actividad.Las personas que tienen inquietudes e iniciativas de tipo colaborativo no pueden esperar cola durante años para ver si se les concede un espacio ni tampoco están dispuestas a tener un tiempo limitado para sus proyectos.
El Ayuntamiento de Madrid a través del Medialab Prado no cubre ni de lejos las demandas de los ciudadanos que reclaman recursos para desarrollar la cultura y desarrollar su actitud divulgativa. Es más, aun habiendo restado cuantiosos recursos a la labor de investigación en nuestro país, ni si quiera han sido capaces de ofrecer espacios públicos donde desarrollar estas actividades, y es sabido que no es por escasez de los mismos. Vemos a menudo cómo se venden o se conceden propiedades públicas a particulares o empresas arropados en la excusa de aumentar los presupuestos para la Administración en una etapa de austeridad, presupuestos que nunca aumentan, sino que disminuyen. Esto además cuando ya todos sabemos que es infinitamente más abundante la riqueza que produce la actividad en investigación y desarrollo, divulgación cultural o formas de trabajo como las que comentamos. Queda demostrado que existe escasez de apoyo a la fuerte demanda de la población por el desarrollo social, tecnológico y cultural que además no exige, sino que ofrece sus propios logros. De este modo gran cantidad de iniciativas ciudadanas en pro de la mejora de la sociedad se ven frustradas por el ínfimo apoyo no sólo económico, sino físico, ético y moral.
Los espacios y eventos análogos que se ofrecen en otros países son el Hackspace de Londres, Makespace de Cambridge o los Hackaton, que son actividades donde grupos de desarrolladores se citan para elegir o idear un proyecto y desarrollarlo, siendo el hecho de trabajar cara a cara otro elemento demotivación. Este es un ejemplo de un Hackaton organizado por la Queen Mary University de Londres. En este proyecto de robótica los participantes cuentan las ventajas de este modo de trabajo.
Como ya habéis observado, gran parte de esta actividad de los FabLab, defensores del software libre y los recursos compartidos, está enfocada en su mayor parte a la tecnología, por la sencilla razón de que es la tecnología la que, actualmente ofrece las más potentes herramientas para la comunicación y por lo tanto, el desarrollo social. No solo por el desarrollo de dispositivos que puedan facilitar la vida a muchas personas con dificultades, sino a toda la sociedad. Además también suelen contemplarse actitudes ecologistas. Dos de los proyectos que expusieron en el Hardware Freedom Day del Sábado, tenían su motivación inicial en uno, intentar disminuir los 600.000 dispositivos móviles que actualmente estamos desechando al año, o utilizar las impresoas 3D para fabricar otras máquinas que ayuden al reciclaje y el aprovechamiento de energías renovables.
En la Celebración del Hardware Freedom Day 2015 de Makespace Madrid de este Sábado,dando ejemplo de lo comentado, los socios expusieron con todo lujo de detalles sus proyectos. Nos contaron de dónde y cómo surgió la idea, en qué modo comenzaron a desarrollarla, con qué herramientas, con qué tecnología, a partir de qué materiales y cuál había sido el coste de los materiales hasta el momento.Después mostraron in situ y en detalle sus proyectos ofreciéndose a resolver todo tipo de dudas y preguntas que cualquiera quisiera formular, y en esas conversaciones, surgieron nuevas ideas y resolvieron cuestiones de otras personas con otros proyectos.
En Makespace existe una palabra para denominar a las personas con esta actitud hacedora y esa palabra es “maker”. Juan González, Ingeniero de Telecomunicaciones y Doctor en robótica que ofreció en la TED de Valladolid, una charla donde nos explica de qué trata esto de ser un “maker”.Os dejo el vídeo porque es muy interesante y esclarecedor, sobre todo para las personas que compartimos inquietudes que tienen en común el interés por mejorar la convivencia y las circunstancias de la comunidad a través del desarrollo de la tecnología, y su libre divulgación de modo que los recursos sean accesibles a todos. Con el vídeo entenderéis mucho mejor a lo que me refiero. No solo no tiene desperdicio, sino que espero que le saquéis provecho y nos animemos todos a compartir, y desechar esa actitud egoísta mal aprendida, que nos han vendido con la excusa de compartir ideas es pobreza asegurada, cuando la realidad y proyectos como estos, demuestran cada día que el compartir nuestras ideas es sólo fuente de riqueza para todos.
Enlace a un ejemplo de proyectos de libre divulgación compartidos del propio Juan González
Este fin de semana ha tenido lugar en Madrid el evento“Celebración del Hardware Freedom Day 2015” en Makespace Madrid. Quería aprovechar para hablaros un poco acerca de un nuevo modo de “enseñanza libre” que felizmente veo proliferar en las sociedades de todos los países. Se trata de los FabLab (FabricationLaboratory).
Los FabLab son espacioscolaborativos de producción de objetos físicos a escala personal o local. En ellos suele haber máquinas controladas por ordenadores. La particularidad de estos espacios reside el su tamaño y su fuerte vinculación con la sociedad.Realizan su actividad cone una filosofía tremendamente educativa y divulgativa relacionada con las nuevas tecnologías basada en software libre.¿Por qué software libre? Para poder compartir.
Los FabLab comparten también la filosofía de los llamados Workspace, lugares donde también se comparten conocimientos, se trabaja en modo colaborativo y se desarrollan ideas y proyectos. Su filosofía es básicamente respetar a las personas que en él participan, sus ideas y su trabajo, así como el espacio compartido, igual que los FabLab.
El Ayuntamiento de Madrid ha intentado crear un proyecto similar pero con ciertos límites que no son compartidos por los FabLab o los Workspace. Se trata de lugares como Medialab Prado. Este proyecto tiene límites que no son del todo compatibles con los FabLab o los Workspace, aunque tengan similitudes. En este espacio del Ayuntamiento, se realiza una convocatoria para un máximo de siete plazas para personas que tengan un proyecto. Si son seleccionados, se les concede el espacio, pero también tareas añadidas. Por ejemplo, los seleccionados son nombrados mediadores-investigadores. Ellos serán quienes realicen durante un año la labor de atención a los usuarios, la dinamización de grupos de trabajo, la logística de los espacios y otras labores que se detallan en la convocatoria.Todo esto de manera voluntaria a cambio del espacio. Además, deben desarrollar un proyecto de investigación en el marco de las áreas de trabajo de MedialabPrado y en conexión con el resto de las funciones.Es decir, Medialab Prado funciona gracias al el trabajo voluntario de los ciudadanos.
La realidad es que el espacio que ofrece Medialab Prado es muy limitado y no da cabida a muchos proyectos, bien por el espacio mismo, bien por las exigencias que el uso del espacio requiere ya comentado. Es por ello que están aumentando en número las inciativas como las del FabLabMakespace Madrid(http://makespacemadrid.org/). En primer lugar porque las personas que trabajan en este tipo de proyectos, no se pueden permitir ajustarse a las exigencias de horarios, espacios y fechas de entrega. Normalmente son personas que tienen trabajo y además desean seguir investigando con esta filosofía de colaboración para con la sociedad.
Otra de las diferencias del tipo de trabajo en grupo que se ofrece en Medialab Prado y el trabajo colaborativo, es por ejemplo el hecho de que en el trabajo en grupo requiere de una jerarquía en cuanto a que existe un responsable del proyecto, y por lo tanto, un líder de equipo que dirigirá el proyecto y se responsabilizará del mismo. En el trabajo colaborativo, todos los miembros del equipo tienen la misma categoría, cada uno aporta lo que considera y puede, y todas las opiniones sean del miembro que sea del equipo tienen exactamente la misma validez e importancia. Las fechas o plazos son elegidos libremente por los miembros que participan en el proyecto. Y en la práctica los proyectos no sólo salen adelante, sino que la actitud divulgativa y de colaboración enriquecen enormemente cada proyecto y cada actividad.Las personas que tienen inquietudes e iniciativas de tipo colaborativo no pueden esperar cola durante años para ver si se les concede un espacio ni tampoco están dispuestas a tener un tiempo limitado para sus proyectos.
El Ayuntamiento de Madrid a través del Medialab Prado no cubre ni de lejos las demandas de los ciudadanos que reclaman recursos para desarrollar la cultura y desarrollar su actitud divulgativa. Es más, aun habiendo restado cuantiosos recursos a la labor de investigación en nuestro país, ni si quiera han sido capaces de ofrecer espacios públicos donde desarrollar estas actividades, y es sabido que no es por escasez de los mismos. Vemos a menudo cómo se venden o se conceden propiedades públicas a particulares o empresas arropados en la excusa de aumentar los presupuestos para la Administración en una etapa de austeridad, presupuestos que nunca aumentan, sino que disminuyen. Esto además cuando ya todos sabemos que es infinitamente más abundante la riqueza que produce la actividad en investigación y desarrollo, divulgación cultural o formas de trabajo como las que comentamos. Queda demostrado que existe escasez de apoyo a la fuerte demanda de la población por el desarrollo social, tecnológico y cultural que además no exige, sino que ofrece sus propios logros. De este modo gran cantidad de iniciativas ciudadanas en pro de la mejora de la sociedad se ven frustradas por el ínfimo apoyo no sólo económico, sino físico, ético y moral.
Los espacios y eventos análogos que se ofrecen en otros países son el Hackspace de Londres, Makespace de Cambridge o los Hackaton, que son actividades donde grupos de desarrolladores se citan para elegir o idear un proyecto y desarrollarlo, siendo el hecho de trabajar cara a cara otro elemento demotivación. Este es un ejemplo de un Hackaton organizado por la Queen Mary University de Londres. En este proyecto de robótica los participantes cuentan las ventajas de este modo de trabajo.
Como ya habéis observado, gran parte de esta actividad de los FabLab, defensores del software libre y los recursos compartidos, está enfocada en su mayor parte a la tecnología, por la sencilla razón de que es la tecnología la que, actualmente ofrece las más potentes herramientas para la comunicación y por lo tanto, el desarrollo social. No solo por el desarrollo de dispositivos que puedan facilitar la vida a muchas personas con dificultades, sino a toda la sociedad. Además también suelen contemplarse actitudes ecologistas. Dos de los proyectos que expusieron en el Hardware Freedom Day del Sábado, tenían su motivación inicial en uno, intentar disminuir los 600.000 dispositivos móviles que actualmente estamos desechando al año, o utilizar las impresoas 3D para fabricar otras máquinas que ayuden al reciclaje y el aprovechamiento de energías renovables.
En la Celebración del Hardware Freedom Day 2015 de Makespace Madrid de este Sábado,dando ejemplo de lo comentado, los socios expusieron con todo lujo de detalles sus proyectos. Nos contaron de dónde y cómo surgió la idea, en qué modo comenzaron a desarrollarla, con qué herramientas, con qué tecnología, a partir de qué materiales y cuál había sido el coste de los materiales hasta el momento.Después mostraron in situ y en detalle sus proyectos ofreciéndose a resolver todo tipo de dudas y preguntas que cualquiera quisiera formular, y en esas conversaciones, surgieron nuevas ideas y resolvieron cuestiones de otras personas con otros proyectos.
En Makespace existe una palabra para denominar a las personas con esta actitud hacedora y esa palabra es “maker”. Juan González, Ingeniero de Telecomunicaciones y Doctor en robótica que ofreció en la TED de Valladolid, una charla donde nos explica de qué trata esto de ser un “maker”.Os dejo el vídeo porque es muy interesante y esclarecedor, sobre todo para las personas que compartimos inquietudes que tienen en común el interés por mejorar la convivencia y las circunstancias de la comunidad a través del desarrollo de la tecnología, y su libre divulgación de modo que los recursos sean accesibles a todos. Con el vídeo entenderéis mucho mejor a lo que me refiero. No solo no tiene desperdicio, sino que espero que le saquéis provecho y nos animemos todos a compartir, y desechar esa actitud egoísta mal aprendida, que nos han vendido con la excusa de compartir ideas es pobreza asegurada, cuando la realidad y proyectos como estos, demuestran cada día que el compartir nuestras ideas es sólo fuente de riqueza para todos.
Enlace a un ejemplo de proyectos de libre divulgación compartidos del propio Juan González
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