martes, 4 de septiembre de 2012

El Códice Calixtino: Manolo "el Chispas" no es creíble


Frente a las hipótesis manejadas por la prensa al comienzo del verano, no fue ni hurto por encargo ni robo de ladrones especializados en obras de arte ni "milagro extraño".  El argado fue simple y prosaico: según los "medios", lo había "cogido" un electricista cabreado... que lo conservaba "de cualquier modo" en un almacenillo junto con otros objetos de naturaleza diversa... ¿Finalidad? Desconocida.
El códice Calixtino volvió a "su lugar", en la catedral de Santiago, donde se conservaba en "magníficas condiciones de seguridad", en un acto solemne protagonizado por el mismísimo presidente de gobierno (sí, ya sé que se deberían emplear mayúsculas). Al acto también asistieron según La Vanguardia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo; el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez; el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela y numerosos representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad.
Naturalmente, la catedral volverá a guardarlo en lugar seguro,  cuando finalice la exposición que ha movido a más 12.000 personas en ocho días y se cerrará el 31 de diciembre... Lugar seguro siempre y cuando no medie la voluntad de un electricista cabreado, un fontanero amigo de lo ajeno, un carpintero mal pagado, un canónigo disoluto o un obispo satanizado por alguna señora bien dispuesta... Lo dicho, la catedral de Santiago es  "un lugar seguro" para conservar los tesoros estéticos e históricos allí almacenados con finalidad ritual.
Hace poco un vocero conservador, que no ha leído la Ley del Patrimonio Histórico Español ni falta que le hace, reclamaba al Estado más dinero para la Iglesia, por supuesto, para conservar en buenas condiciones de seguridad sus tesoros culturales. Y de paso, que el Estado devuelva las obras que estuvieron en el Museo de la Trinidad, añado.

Dos meses después, el autor confeso del robo ha declarado que lo hizo siguiendo instrucciones del Deán y de otro personaje de la catedral. Pero los "medios" dicen que las explicaciones del Manuel Fernández Castiñeiras sobre el origen del dinero encontrado junto al códice y sobre el mencionado "encargo" son "poco creíbles". ¿Poco creíbles? ¡Pero si en esta país sobra fe a toneladas!

¿Somos gilipollas o sólo lo parecemos?

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