El próximo domingo el Prado cierra la exposición El último Rafael, organizada conjuntamente con el Louvre. Como Rafael no es santo de mi devoción y sus pinturas religiosas me interesan poco, ni siquiera me preocupé de incluir un breve comentario en este blog. Como sinopsis, debo subrayar que la han visitado alrededor de 250.000 personas; de ello deduzco que las fórmulas estéticas almibaradas siguen interesando a una parte importante de la población... Por si alguien no se había percatado.
Buen momento para ver en directo, sin viajar a París, el retrato de Baltasar Castiglione.
Esta exposición me ha gustado muchísimo como proyecto de investigación. Considero que, una vez más, el Museo se ha encargado de promocionarla como lo que no es (una muestra en plan RAFAEL A TOPE) y mucha gente ha salido desilusionada. Pero a mí me ha interesado bastante el estudio en torno a atribuciones, talleres y discípulos que, como sabemos, hasta ahora ha sido bastante problemática.
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