Me he manifestado críticamente tantas veces con las exposiciones de la Fundación Mapfre, que me sorprendió la naturaleza de las dos ofrecidas en las salas del palacete de Recoletos. La primera es un repaso de las corrientes estéticas del siglo XX a través del retrato, mediante obras mayoritariamente procedentes del Centro Pompidou. La segunda es un montaje dedicado al diseñador Paul Gaultier.
"Retratos. Obras maestras del Centre Pompidou" está organizada en dos plantas, de cualidades desiguales. La baja recoge, a mi juicio, un conjunto de gran interés, mientras que la serie más moderna es de menos espectacularidad. En todo caso, es una de las exposiciones más interesantes que hoy se pueden ver en Madrid. La página web ofrece una buena introducción, con visita virtual incluida.
La de Paul Gaultier (Universo de la Moda. De la calle a las estrellas) trasciende ampliamente lo que se puede esperar de una exposición de moda, para mostrar un escaparate muy rico de la creatividad humana puesta al servicio de la voluntad del creador y, por supuesto, de la frivolidad inducida por el hecho mismo de la alta costura. Contra lo que suele ser habitual en las salas de esta entidad, permiten hacer fotografías y en ello surge una cualidad añadida para los aficionados, que tienen a su disposición un universo visual de amplias opciones expresivas e interpretativas.
La verdad es que ambas exposiciones merecen la pena, aunque quizás la que más me llamó la atención fue la de Jean Paul Gaultier porque como dices se sale de lo que cabría esperar de una exposición de moda. De hecho, llama la atención los maniquíes con las caras proyectadas haciendo que los ojos se muevan o las bocas sonrían. Además algunos de los trajes expuestos son auténticas piezas escultóricas tanto por la creatividad de las formas como por los materiales utilizados. La verdad es que la exposición te hace apreciar la creatividad y el ingenio que tiene este diseñador.
ResponderEliminarEstuve en la exposición colindante a la de Jean Paul Gautier, me refiero a la exposición de retratos del Centro Pompidou, y digo colindante porque esperando en la cola para recoger mi entrada (de lo cual hablaré mas adelante) nos avisaron de que no quedaban mas entradas para la exposición del diseñador (que en ese momento me daba igual) y observé como un grupo de personas muy bien vestidas se decepcionaron, y mientras abandonaban la cola, la azafata, dijo en voz alta que aun quedaban entradas para la exposición de los Retratos, por lo que dichas personas decidieron quedarse, (mas por el tiempo que habían perdido que por interés) .
ResponderEliminarA primera vista esta situación daría igual, pero en el interior, se vio reflejada por una falta de interés y predisposición negativa ante lo que veían, con comentarios absurdos y burdos sobre el término "retrato".
A expensas de esto pude disfrutar de un autorretrato de Matisse EXQUISITO, un Zoran Musik que me HELÓ EL ALMA Y REMOVIÓ LO MAS PROFUNDO DE MI SER y un F.Bacon QUE ME DIÓ COMO SIEMPRE, MUCHAS GANAS DE PRODUCCIR; Pero al llegar al final de la exposición me encontré con toda una manifiesta porquería que ante tales "monstruos" Artísticos nada tenía que hacer, estas porquerías quedaban relegadas a un termino inferior al de boceto, ya que carecían de lenguaje pictórico (por mucha pintura de bote que pusieran, y de gusto estético, que prefiero ni hablar.
Sobre las entradas, se me ocurrieron una serie de preguntas:
¿Por qué la F. Mapfre tiene que dar entradas y con ello preparar colas que nunca tuvo?
¿La respuesta podría hallarse relacionada con las exposiciones que nos ofrecen MADE IN FRANCE?
¿Justificación de visitas ante el préstamo de exposiciones por parte de alguna institución? o en otro caso, ¿Dar apariencia de museo importante con colas como las del Prado o Thyssen?
Mapfre siempre ha traído exposiciones interesantes, y su calidad no dependía de sus colas, espero que esa no sea ninguna de estas cuestiones, pero tengo una mente un tanto enrevesada...