por Diana López Coello
Y en el sentido más estricto de la expresión. Dos estudiantes de la Kingston University de Londres, Luke Evans y Joshua Lake se han convertido en una cámara fotográfica humana y lo que han fotografiado ha sido el interior de sus cuerpos. Lo han logrado al tragarse unos fragmentos de película de 35 mm, debidamente protegidos con una capsula especial para no dañar su organismo. La acción de los fluidos corporales y en especial la de los jugos gástricos del estómago hicieron el resto. Tras la expulsión de las capsulas con el correspondiente negativo en su interior, y el positivado mediante un microscopio electrónico que evidenciar las diminutas marcas del fragmento de película, el resultado fue una fotografía abstracta de gran formato.
Esta serie se llama “I turn myself inside out” (algo así como “convertí lo interior en exterior”) y según los autores “surge de la necesidad de investigar cómo podemos utilizar nuestros cuerpos para alterar de manera creativa los materiales”. En junio se expusieron en la galería Hoxton de Londres y ya tienen dueño.
El resultado es, cuanto menos curioso, y recuerdan bastante a las imágenes de las células tomadas por el microscopio; realmente no están muy lejos de serlo. Lo que se me plantea es si esto puede considerarse arte. En el contexto del arte moderno diríamos que puede entrar casi cualquier cosa, y creo que este tipo de acciones juegan un papel bastante protagonista en el panorama actual. Hoy en día prevalece el hecho reivindicativo, transgresor o discursivo de la obra en contraposición muchas veces de un resultado estético. La preocupación por la técnica está desapareciendo cada vez en mayor medida. Si bien es cierto que uno de los propios autores, Luke Evans, señala que “este proyecto no se puede considerar un verdadero trabajo fotográfico, pero tampoco clasificarlo como arte tradicional”. Ha sido para ellos una forma innovadora de investigar en campo de la fotografía utilizando para ello medios hasta ahora inimaginables. El resultado no es una obra que ellos hayan hecho, sino que más bien ha salido de ellos, literalmente; ha sido producto de su proceso digestivo y no podría haber dos iguales jamás. En tal caso, la autoría de la obra no reside tanto en el proceso manual, o en el proceso de realización, mejor dicho, como en la idea y en la acción.
Fuentes:
¿Y porqué no iba a ser arte?, ¿cuántas obras de arte que si las consideramos como tal sin dudar, también son fruto de cierto azar o carece de ese proceso manual?.
ResponderEliminarY fuera de eso, el simple hecho de haber sido expuesta en una galería y adquirida por un comprador hace que entre en el mercado del arte y por tanto se deba considerar como tal, aunque nos pueda molestar.
Hola Diana,
ResponderEliminarPrimero agradecerte esta aportación al blog.
Me parecen preciosas estas fotografías, quizás sea por un cierto gusto personal hacia lo biológico, pero en cualquier caso, muchas veces el placer para el artista, reside en el proceso de realización de la obra, y en esta notica, se observa un proceso bastante interesante, curioso, y que amplia campos de ejecución de las obras.
Me ha venido a la cabeza el BIOART del cual propongo que eches un vistazo la web de EDUARDO KAC; sus obras más conocidas, un conejo fluorescente, una planta con el ADN del susodicho, y muchas mas cosas.
Web EDUARDO KAC : http://www.ekac.org/
Apartado de BIOART de KAC traducida por Google:
http://translate.google.es/translate?hl=es&sl=fr&tl=es&prev=_dd&u=http%3A%2F%2Fwww.ekac.org%2Ftransgenicindex.html
Y un artículo donde plantea un poco su discurso, mostrando a EDUNIA, una petunia con su ADN:
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/17/barcelona/1326824404.html
Saludos,
Marcos
La cuestion es mas sencilla.
ResponderEliminarEl arte como en todo: lo hay grande y no tan grande.
Lo hay que pasara a la historia y el que no.
Y el proceso del pasar o no a la historia se podria parecer un poco al pasar de este negativo por la boca hasta el culo, osea bastante aleatorio, pero no es asi, es mas sencillo todavia: Pasa solamente el arte del poderoso. Podria alguien mostrarme un arte del perdedor? no. El arte grande es el Norteamericano, el Ingles o el Aleman. Y de ahi iremos viendo a artistas que se hacen mas y mas insignificantes hasta desaparecer en la miseria del desconocimiento. Es duro de constatar este darwinismo en todo.
Muy interesante tu última reflexión: "artistas que se hacen más y más insignificantes hasta desaparecer en la miseria del desconocimiento". Y también muy de acuerdo con ella. Una vez estás dentro del juego del arte moderno, por así decirlo, parece que ya tienes permiso para hacer lo que te plazca, tienes carta blanca. Esto conlleva un declive de la calidad de las obras y en un arte que acaba buscando lo extravagante, cuanto más mejor, para acabar perdiéndose en los límites de lo absurdo, de lo raro o de lo rebuscado. Yo me pregunto cuál será el límite para este tipo de acciones. Creo que cada vez el desinterés por un arte de este tipo será mayor hasta llegar a ser, si cabe más aún, un arte inconexo de la sociedad real en la que se plantea. Como dices tú, se pierde en el desconocimiento.
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